La Sección Primera de la Audiencia de Badajoz ha condenado a L. G. T., el maestro acusado de abusar de una alumna menor de edad, a 8 años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales con prevalimiento de su autoridad, así como inhabilitación para ejercer la docencia durante 4 años, seguidos de otros 8 de libertad vigilada, además de prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros y comunicarse con ella por cualquier medio durante 12 años.

El tribunal, que ha tenido en cuenta "una mera atenuante de reparación del daño", por el pago de la indemnización, establece ésta en la cantidad solicitada por la acusación particular, ejercida por el letrado Enrique González de Vallejo, que era de 23.000 euros --15.000 solicitó el fiscal-- por los daños morales causados, según consta en la sentencia, que puede ser recurrida en casación ante la Sala II del Tribunal Supremo.

El tribunal considera probado que acusado comenzó los abusos, "sirviéndose de su ascendencia" sobre la menor a partir del 30 de mayo de 2011, cuando la niña contaba 12 años, y que una vez cumplidos los 13 continuó haciéndole regalos hasta que logró mantener "relaciones sexuales completas". También que la madre lo descubrió en julio de 2012 y la hija confesó que mantenía relaciones y que él le dijo que contara nada porque lo podían meter en la cárcel.

La menor, recoge el fundamento jurídico segundo, hizo una declaración "amplia, profusa, elocuente y expresiva en algún momento". Y señala que el aviso de que no dijera nada porque podría ir a la cárcel, "desvirtúa la presunción de inocencia del acusado"; que éste no niega los hechos y admite que "la niña estaba madura y estaban enamorados".

La niña precisó "tratamiento psicológico y presenta trastorno por estrés postraumático crónico, con episodios recurrentes de ansiedad que provocan deterioro funcional".