La última residencia universitaria que ha empezado a funcionar en la ciudad ha sido la de Julio Cienfuegos, con la particularidad de que las instalaciones son municipales, aunque de la gestión se encarga una empresa privada, Eulem. También se diferencia del resto de residencias de Badajoz en que oferta apartamentos independientes para dos personas, donde los inquilinos deben encargarse de la cocina, aunque hay servicios, como el de lavandería, que sí son conjuntos.

Esta residencia abrió sus puertas el año pasado, pero lo hizo en noviembre, demasiado tarde para los estudiantes que ya habían iniciado el curso. Por lo tanto este año es el primero en funcionamiento y, de momento, el número de plazas reservadas no ha llegado a la mitad, pues la residencia dispone de 120 plazas y sólo están confirmadas 50.

El responsable de la residencia, Jorge Polo, ha señalado que con 60 plazas ocupadas ya se cubren gastos, y ése es su objetivo.

Este alojamiento para estudiantes se encuentra en el corazón del casco antiguo, por lo que acoge sobre todo a estudiantes de Biblioteconomía y Comunicación Audiovisual.