"No me duele nada, ni tengo colesterol ni diabetes ni cosa ninguna. Ojalá viviera otros 106 años". Lo dice José Troca, el inquilino de mayor edad de la Residencia La Granadilla --y de todas las dependientes de la Junta-- que solo echa de menos el amor y la compañía de una esposa.

Estuvo casado 68 años con Isidra de Castro, con la que tuvo tres hijos, y a los 102 contrajo matrimonio por segunda vez con Carmen Delgado, compañera de la residencia. Enviudó a los cuatro años y ahora nada le haría más feliz que contraer nupcias de nuevo. "La soledad es horriblemente insoportable. Tengo dinero, tengo salud y solo me hace falta eso", asegura.

Nació en Cheles en 1906. Cuenta que ha gozado de una "buena vida" y que los achaques que ha tenido los ha ido soportando y sorteando. El 17 de agosto sopló las velas, pero ayer este centenario festejó por todo lo alto su cumpleaños con un homenaje en la residencia en la que vive desde hace 5 años. Inauguró junto al consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, y el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, un nuevo paseo en las instalaciones, financiado por la empresa Palicrisa, y después recibió una placa conmemorativa y regalos del personal del centro y de sus compañeros, entre ellos un regalo de flores que la directora-gerente del Sepad, Cristina Herrera, le animó a guardar para "la futura novia".

El fin de fiesta fue un desayuno con migas y dulces caseros y la actuación de una peña flamenca.

Ejemplo

El consejero puso como ejemplo del envejecimiento activo a José Troca, que pese a su edad hace ejercicio, lee a diario el periódico y es autónomo en su día a día. Sus tres hijos le han dado nueve nietos y siete biznietos. Algunos de ellos lo acompañaron ayer en un día tan especial.

"Estoy muy contento y encantado con la vida. Solo me hace falta casarme otra vez", repetía el homenajeado mientras le describían como un hombre "afable y cariñoso". "Al homenaje han venido hasta mis enemigos", aseguraba el centenario tras ver el salón de actos de la residencia repleto de público.

José Troca se ve con salud para seguir celebrando otros muchos cumpleaños y mantiene la esperanza de soplar las velas junto a una compañera. Mientras, el deseo que pedirá será pasar de nuevo por el altar.