Se llama Rexo, tiene 5 años y desde hace cuatro tiene como misión velar por la seguridad de sedes oficiales, cuarteles militares, juzgados, edificios públicos e instalaciones policiales de la ciudad sirviéndose de su olfato para detectar explosivos. A diario, este pastor alemán y los otros cuatro perros expertos en detección de explosivos, revisan los alrededores de estos inmuebles: los bajos de los vehículos aparcados en las inmediaciones, jardines, papeleras o contenedores para asegurarse de que la zona está limpia .

Estas revisiones entran dentro de la rutina diaria de la Unidad Especial de Guías Caninos de la Policía Nacional que en caso de aviso o en situaciones excepcionales incluye el registro en el interior de los edificios. Rexo, uniformado con un arnés en el que se puede leer la palabra policía, sigue las órdenes de su adiestrador y jefe , José Luis, oficial de la unidad y a la orden de "busca, busca...." va olfateando rincón por rincón. Cada perro tiene un único adiestrador, que los entrena a base de juegos y que, incluso, convive con él para que el entendimiento sea total.

El olfato a prueba de bomba de estos perros es prácticamente infalible. "Eso nos da una seguridad tremenda, porque cuando no olfatean nada, quiere decir que no hay nada", asegura el jefe superior de policía, Angel Galán. Prueba de la efectividad de estos canes es que nunca ha habido una falsa alarma.

Afortunadamente, tampoco nunca han detectado explosivos en estas revisiones rutinarias pero, ¿qué ocurriría en caso de detectar un paquete o bulto sospechoso? En primer lugar el perro se sentaría y permanecería quieto e inmediatamente las brigadas de Seguridad Ciudadana acordonaría la zona y acudirían los Tedax (unidad especializada en la desactivación de explosivos), que se pondrían al mando de la situación.

La Unidad Especial de Guías Caninos de la Policía Nacional está formada actualmente por un oficial y cuatro agentes que disponen de una decena de perros, cinco expertos en detectar droga y otros tantos en la localización de explosivos. Este departamento, aunque con sede en Badajoz, tiene carácter regional por lo que los perros también se desplazan a otras ciudades extremeñas cuando las circunstancias lo requieren. En el caso de los registros por drogas estos desplazamientos son más habituales.

Disponer de esta unidad en Extremadura, según Galán, supone un privilegio, ya que en algunas comunidades autónomas la Policía Nacional no dispone de ella.