Los tres grupos de la oposición, PSOE, Podemos y Ciudadanos volvieron ayer a escenificar su ‘mayoría’ para anunciar que bloquerán las operaciones financieras que plantee el equipo de gobierno --modificaciones presupuestarias o transferencias del crédito-- hasta que el alcalde, Francisco Javier Fragoso, presente el borrador de los presupuestos del 2017, para su debate y consenso con todos los grupos. Lo hicieron tras una breve sesión plenaria, en la que ya pusieron en práctica esta medida de «presión» al rechazar el cambio de finalidad de los fondos de sobrantes de algunas inversiones para que fueran destinados a la instalación de placas fotovoltaicas en los cementerios de los poblados.

En la comparecencia conjunta de los tres portavoces, el de Ciudadanos, Luis García Borruel, se sentó en el centro, flanqueado por Remigio Cordero, de Podemos, y Ricardo Cabezas, del PSOE, a quienes rodearon todos los concejales de los tres grupos. Fue Borruel quien primero tomó la palabra para denunciar el «desgobierno absoluto» que hay en el ayuntamiento, así como la falta de información sobre proyectos importantes para la ciudad, en los que su grupo apoyó al PP, como los fondos DUSI, El Campillo o el crédito para la instalación de las led, una situación que, según defendió, obliga a la oposición a mover ficha y a exigir al alcalde un «giro de 180 grados» en su manera de gobernar.

Con el presupuesto del 2016 prorrogado, según la oposición, la capacidad de maniobra del ayuntamiento se reduce a los cambios de finalidad para sacar adelante distintas actuaciones, pero PSOE, Podemos y Ciudadanos no están dispuestos a quedar «atrapados» autorizando continuas transferencias de crédito y que las cuentas sigan prorrogadas durante toda la legislatura, por lo que instaron a Fragoso a que presente «cuanto antes» el borrador de las cuentas para que puedan debatirse en pleno «en abril o mayo».

Cabezas aseguró que con esta decisión de los tres grupos se marcaba «un antes y un después» en la relación entre la oposición y el equipo de gobierno, al que, según señaló, también forzarán a que convoque las comisiones que «un mes y otro no se celebran» --como la de Asuntos Generales o Seguridad y Tráfico, que no se han convocado en marzo--, así como a que se cumplan los acuerdos plenarios que salen adelante con los votos de la oposición que, según dijo, el PP hasta ahora ignora.

Pese a que algunos de los argumentos ofrecidos por Borruel para justificar la medida adoptada por la oposición coinciden con los argumentos a los que aluden el PSOE y Podemos para defender la moción de censura --en la que continúan «trabajando»--, el portavoz de Ciudadanos aseguró que lo de ayer nada tiene que ver ni con eso ni con el acuerdo de gobierno cerrado por estos dos grupos. Es más, afirmó que sus relaciones con el PP son «buenas» y que la reuniones con la portavoz municipal, María José Solana, para revisar el grado de cumplimiento del pacto de investidura y del acuerdo para apoyar los presupuestos del 2016 están siendo «satisfactorias» y más clarificadoras que con su antecesor en el cargo, Germán López Iglesias, quien, según dejó caer, «no dijo la verdad» sobre algunas cuestiones.

El alcalde, por su parte, que compareció tras la oposición acompañado por Solana y la concejala de Hacienda, Maripaz Luján, lamentó la actuación de la oposición y aseguró que en días como el de ayer entendía que los ciudadanos pierdan la confianza en la política. Según señaló, con su postura, los tres grupos están «secuestrando» a los vecinos de Badajoz para satisfacer la «ambición personal» del portavoz socialista, acompañado en esta estrategia por Podemos y con Ciudadanos en un «juego» en el que, a su juicio, «no debería entrar».

Fragoso criticó que los tres grupos rechazaran la transferencia de crédito para que los cementerios de los poblados cuenten con placas fotovoltaicas, perdiendo así una subvención de más de 20.000 euros de la Dirección General de Industria (la inversión total era de 60.000 euros). No obstante, recordó que no era la primera vez, pues ya frenaron un proyecto de la Inmobiliaria Municipal para construir viviendas en las pedanías o la ampliación del suelo industrial en Balboa, por lo que los acusó de usar como «rehenes» a los ciudadanos.

Sobre la exigencia de que presente las cuentas del 2017, Fragoso señaló que ya hay un borrador de presupuestos, pero que no lo llevará a pleno hasta que no tenga el respaldo necesario para que salga adelante, pues lo contrario sería alimentar el «ego del señor Cabezas. Y para su ego, que se mire al espejo», dijo. En este sentido, insistió en que su mano sigue «tendida» a Ciudadanos, aunque reconoció que no entendía la postura de Borruel. «O se negocia el consenso o se negocia la moción de censura», expuso.

Si Borruel había negado momentos antes que con él se estuvieran negociando los presupuestos, Fragoso se refirió a las reuniones entre el portavoz de Ciudadanos con Solana para asegurar que esas conversaciones sí se habían iniciado. En este sentido, explicó que así lo considera porque en los últimos dos meses han mantenido diversos encuentros para analizar el grado de cumplimento de los acuerdos del pacto de investidura y del de las cuentas del 2016, un requisito previo a la negociación de los presupuestos que el propio Borruel impuso, por lo que, a su entender, se está en la primera fase de esa negociación. Con Ciudadanos, por cercanía ideológica, es con el que se busca el consenso para las cuentas municipales, pues, según el alcalde, al PSOE solo le interesa la moción de censura y las propuestas de Podemos distan mucho de una gestión realista.