TMte acordaba de nuevo en estos días de unas reflexiones de Rodríguez Ibarra . En más de cuatro décadas dedicadas a la política mucho fue lo dicho por el presidente. Hubo unos años de reforma y construcción de nuevos estadios de fútbol porque fueron tiempos de subidas de categoría, claro que conforme ascendían, a la vuelta de una o varias temporadas, el club volvía a bajar y ahí quedaba el estadio, con una capacidad de asientos superior al fervor que demostraba la hinchada con el resultado de gradas vacías. Fue en aquellos tiempos cuando el presidente Ibarra dijo aquello de que iban a tener que construir un estadio con ruedas, supongo que para llevarlo de un lado a otro conforme se fuera necesitando. Me acordaba de estas palabras cuando esta semana, tras la visita de Fernández Vara a Lisboa, volvían a arreciar las declaraciones políticas sobre la Estación Internacional del AVE. Estación de Badajoz para nosotros, de Elvas para los portugueses o, hartito supongo de tanto tira y afloja, de encima del río Caia para el presidente. Salió el alcalde de la ciudad vecina en una muestra de sentido común a decir que no le parecía que el río fuera un lugar sobre el cual poner tan importantes instalaciones, que igual le daba cien metros más para acá que cien metros más para allá. Tampoco parecía importarle a Miguel Celdrán eso de los metros (para aquí o para allí) pero eso sí, en el entorno de IFEBA, es decir, en Badajoz. Y seguimos tirando de la estación, cada uno de una punta. Primero pensé que daba lo mismo a uno u otro lado de la raya porque en definitiva, ¡a ver!, por mucho que fueran cien o, doscientos o incluso trescientos metros más allá, siempre estaría al lado de Badajoz porque Elvas está mucho más lejos; ese fue mi primer pensamiento, luego un amigo hizo que entrara en juego mi parte más calculadora: mejor a este lado porque si está en el otro capaces son de hacernos pagar peaje como en el viaje por carretera.

Ni pa ti ni pa mí . Con ruedas.