El escultor Pablo Lapeña expone estos días en la sala de la Diputación de Badajoz una serie de obras en pequeño y gran formato realizadas en escayola, resina y bronce. Natural de Alburquerque, este artista enmarca sus esculturas en una línea figurativa y naturalista, donde prima una potente fuerza expresiva que trasciende las formas clásicas y a las que da un estilo propio. El autor cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz hasta el 2004 bajo la disciplina de Martínez Girando, donde obtuvo matrícula de honor y ahora colabora con la escuela.