A caballo, en coche, en bicicleta, e incluso a pie, fueron muchos los pacenses que se acercaron ayer hasta la ermita de San Isidro, en la finca Tres Arroyos, para celebrar la festividad del patrón de las gentes del campo, aunque el número de asistentes a la tradicional romería no fue tan alto como en otras ocasiones, pese al buen tiempo.

La jornada comenzó con los juegos infantiles organizados por la Cofradía de San Isidro, que eran una diversión más junto a los castillos hinchables y camas elásticas situados en otra zona del parque. Los más pequeños disfrutaron en la carrera de sacos y con la rotura de pucheros, antes del comienzo de la misa oficiada en el atrio de la ermita del santo patrón campesino. En este lugar, se dieron cita cientos de pacenses entre los que se encontraban el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y algunos miembros de la corporación municipal, junto al centenar de hermanos que forman parte de la cofradía del santo labrador.

La misa extremeña, en la que participó el Grupo de Coros y Danzas Badajoz, concluyó con la lectura de unas emotivas palabras en honor al santo, del pacense Andrés Vázquez Rosales. A continuación, se entregaron las medallas a los nuevos miembros de la cofradía y comenzó la procesión, en la que participaron la concejala de Servicios Sociales, Maria del Rosario Gómez de la Peña, y el concejal de Participación Ciudadana, Francisco Javier Gutiérrez, pero no el alcalde pacense, quien tenía que acudir a una cita de la Feria del Libro.

MAYOR CUIDADO Entre las personas que esperaban el inicio de la procesión se escuchaban ayer algunas quejas por el estado del entorno de la ermita. Guadalupe Rubio, hermana de la Cofradía de San Isidro, y sus amigas pedían que el ayuntamiento, responsable de la finca en el que está ubicada la ermita, realizase un mejor mantenimiento. "A este lugar venimos personas y no animales, por lo menos deberían haber arreglado el camino y eliminar los pastos".

Con las espigas bendecidas en las manos y un pañuelo con la imagen de san Isidro o una cinta verde, comenzaron los romeros su camino por la carretera de Corte de Peleas. Mientras algunos pacenses acompañaban al santo a pie o lo escoltaban a caballo, otros comenzaban a preparar la comida de este día de campo en el rincón elegido dentro del parque de Tres Arroyos.

Entre las familias que acudieron ayer a esta tradicional romería estaban los Alonso-Nieves, que aprovechan siempre esta ocasión para reunir a casi todos sus miembros. Ellos disfrutan cada año de este entorno natural pero les gustaría que hubiera "unos aseos públicos y más columpios para que los niños puedan jugar". Para ellos, este año se veía mucha menos gente que en otras ocasiones, una opinión que compartían las patrullas de la Guardia Civil que controlaban el tráfico de la zona.