Muchos de los padres consultados se muestran partidarios de que continúe funcionando el servicio del comedor en el colegio. También mostraron su confianza en la empresa que sirve la comida, con la que, al parecer, nunca ha habido problemas y el servicio ha sido siempre adecuado.

Algunas familias fueron avisadas por el colegio o el hospital de que su hijo podía sufrir una intoxicación alimentaria. Hubo un padre que achacó los vómitos del niño a una regañina y otra madre pensó que la niña vomitaba por los nervios de la Primera Comunión, que al final pudo celebrar ayer, tras recibir el alta médica.