Entre el colectivo de trabajadores que limpian las calles de la ciudad hay, según dicen, "cierto desánimo. Nos parece fatal que tengamos que hacer exámenes". Aunque no quieren identificarse por temor a que sus comentarios puedan perjudicarles, algunos afirman que "hay gente que no se ha podido presentar porque no sabe leer y escribir, y son buenos trabajadores".

Muchos de los que sí saben admiten que tienen serias dificultades para ponerse ahora delante de un papel. "Yo con 13 años me puse a trabajar en las casas y ahora me cuesta mucho retener las cosas que nos piden", comentaba una mujer de unos 50 años, que se preguntaba: "Y digo yo, ¿qué tiene que ver la Constitución con barrer las calles?".

No son pocos los que reconocen en privado que "ha habido mucho abuso por parte de algunos. Los hay bien jovencitos que a los tres o cuatro días de empezar a trabajar ya están de baja, y ahora pagamos justos por pecadores", se quejaba un hombre del Cerro de Reyes.

Hay aspirantes que están ya preparándose el temario, a la espera de la fecha del examen, sin embargo, también hay quien confía en que "sólo con ver mi expediente, volverán a llamarme, no necesito examinarme porque yo nunca falté al trabajo y lo hice bien", apuntaba una joven.