Papá Noel quiso hacer una escapada antes de su noche grande y ayudado por una decena de voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer repartió ayer 500 juguetes entre los niños ingresados en el hospital Materno Infantil. Muñecas, coches, juegos de mesa, libros y golosinas invadieron las habitaciones ante el entusiasmo de los más pequeños.

Desde hace cinco años, cuando se acerca la Navidad, la delegación de Badajoz de la Asociación contra el Cáncer visita por unas horas el centro hospitalario para arrancar una sonrisa a los niños con sus juguetes. Ana Rosas Murillo, su presidenta, destacó que para que esto sea posible cuentan con la colaboración de jugueterías, centros comerciales y fábricas de caramelos de dentro y fuera de la ciudad.

La primera parada de Papá Noel fue en la planta de Oncología y tras dejar los juguetes a los niños ingresados en esta unidad recorrió el resto de habitaciones del centro hospitalario. También hubo regalos para los recién nacidos (chupetes y biberones donados por el Colegio de Farmacéuticos) y para los pequeños que en esos momentos estaban en las consultas.

El director médico del Materno Infantil, Marcelino Borrallo, agradeció el gesto que esta asociación y otros muchos colectivos y organizaciones de la ciudad tienen cada año por Navidad con los pequeños hospitalizados. "Para nosotros es una satisfacción facilitar esa labor y que los niños que no tienen más remedio que estar aquí se sientan a gusto en unas fechas tan señaladas", señaló.