TUtn jurado popular ha decidido esta semana que Antonio R. P es culpable del asesinato de David S.O, ocurrido el 28 de septiembre de 2006 en la cárcel de Badajoz. El juicio, celebrado en la Audiencia Provincial, ha sido uno de los que mayor expectación ha causado en los últimos meses. A ello ha contribuido el que se celebrara en audiencia pública, lo que ha permitido que los periodistas hayamos podido seguir, minuto a minuto, el desarrollo de la vista. No fue así, por ejemplo, en el caso del llamado "crimen del pozo", en octubre pasado, que se celebró a puerta cerrada y pasó más desapercibido para la sociedad, aunque no para los medios de comunicación.

Poder seguir en sala un juicio de estas características no sólo te permite tener todos los detalles de la noticia, sino que además te deja ver algunas circunstancias que, en otras ocasiones, no hemos reparado. Entre ellas ´la "papeleta´ que tienen los jurados populares. Según la Ley, cualquier ciudadano puede para formar parte de un jurado popular. No hace falta tener formación ni experiencia ni saber de leyes. Los únicos requisitos que se exigen son saber leer y escribir y vivir en la provincia donde se ha cometido el delito. Al menos, no hay que hacer largos desplazamientos. Y así, con todo ese bagaje, debes escuchar los argumentos y tecnicismos de los letrados y a los testigos, decidir si hay pruebas suficientes para inculpar o no al acusado. Y por último, delante del asesino, como ha sucedido en este caso, dictaminar si es culpable o inocente.

El jurado popular garantiza una decisión más democrática, pero la Ley en nuestro país es todavía joven, y formar parte de un jurado aún causa temor y desconocimiento. No es de extrañar que a la portavoz de este jurado le temblara la voz al pronunciar el veredicto.