Sigo sin entender en qué puede beneficiar a los terroristas o a su religión el asesinato de 15 personas. No es un acto racional, pero intentando ponerme en la piel de los asesinos, sigo sin entender qué objetivo real tienen. ¿Han conseguido algo?. Creo que cada golpe que dan los terroristas refuerzan más las posiciones de la sociedad atacada, al menos de la gente de bien, que creo que es mayoría. Nos hace más conscientes de lo mucho que tenemos que defender lo conseguido en Europa a lo largo de siglos.

Solo es posible encontrar causas en mentes llenas de odio, intolerancia y fanatismo. El terrorista siempre encontrará razones. El Cordobés lo justifica diciendo que los cristianos españoles no olvidarán la sangre derramada de los musulmanes en la Inquisición, y que vengarán nuestra matanza. Lo alarmante es cómo personas que están en instituciones españolas, elegidas democráticamente y con repercusión en los medios de comunicación, usan estas acciones para querer justificar sus posturas y ataques ideológicos y aprovechan el natural miedo que a mucha gente invade, para relacionar otras posiciones democráticas con estos actos irracionales asesinos.

Lo malo es que estos actos no son neutrales y una parte de la población hace generalizaciones y análisis simplistas tanto en sus acusaciones como en sus soluciones, y eso es lo que pretenden, debilitar el espíritu de libertad, de tolerancia y de confianza de las democracias occidentales. Vemos a algunos miembros de grupos políticos que los aprovechan para sembrar la desconfianza, el odio y el enfrentamiento.

Me pide una lectora que diga que son patéticas las noticias de la manifestación de Barcelona sobre quién debe asistir, quién debe presidir y dónde debe ir cada uno de los personajes públicos. Me insiste en que una manifestación como ésta debe ser un acto unitario de repulsa popular, y que los políticos deberían ir mezclados entre todos, pues el protagonismo deben tenerlo todos frente a cada uno. Así también lo creo, usar este acto para el postureo político es facilitarles el trabajo a los asesinos y a sus cómplices. Estos asesinatos no tienen sentido y debemos conseguir que no lo tenga.