Las máquinas han vuelto al solar de la calle Duque de San Germán para que pueda avanzar el proyecto del hotel de las Tres Campanas. La Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura ha autorizado desmontar los restos arqueológicos aparecidos, que en un informe anterior consideró que debían conservarse, pero que a juicio de los ingenieros responsables de esta actuación impedían acometer la construcción prevista en este espacio, unido al emblemático edificio de la plaza de la Soledad.

La obra llevaba parada más de seis meses, desde la demolición en mayo del edificio que se usaba de almacén de la juguetería que da nombre al inmueble y la posterior excavación arqueológica. A la solicitud de los responsables del proyecto de desmontar las estructuras halladas en el solar, Patrimonio respondió permitiendo que se retirasen algunas pero se conservase una fosa séptica que podía datar del siglo XVII. Se trataba de una construcción cerrada con una arquería de ladrillo que se encontraba a la derecha del solar, casi en la linde. Tal como avanzó este diario, la conservación de estos restos era inviable desde el punto de vista técnico porque estaban precisamente en la esquina donde va la zapata (bloque de hormigón sobre el que se colocan los pilares). Los arquitectos de la promotora, Tomás Vega y Elena Gil, presentaron entonces en Patrimonio un informe con las alegaciones técnicas que impedían que se mantuviesen estos restos en el lugar donde aparecieron, que fueron evaluadas por los técnicos del Servicio de Obras y Proyectos de Patrimonio Histórico-Artístico y Equipamientos Culturales de la Dirección General de Patrimonio, que emitieron un informe en el que se cotejó la imposibilidad técnica presentada por los arquitectos. A partir de este informe, el Servicio de Patrimonio Cultural y Archivos Históricos propuso que se autorizase el desmonte, siempre que los trabajos se realizasen con metodología arqueológica, documentando gráficamente cada una de las fases de construcción, se excavase todo el solar agotando la secuencia de estratos y se realizase una documentación gráfica en 3D de los vestigios históricos exhumados. De todo se emitirá un informe detallado.

La arquitecta, Elena Gil, confirmó ayer que las estructuras arqueológicas ya se han desmontado con supervisión arqueológica y que, una vez vacío el solar, se iniciarán las obras del hotel, cuyo plazo de ejecución es de 24 meses. Los restos de cerámicas se envían al archivo municipal y, el resto, se desecha.