Una fosa séptica, que podría datar del siglo XVII, hallada en el solar de la calle Duque de San Germán, es el problema con el que ha topado ahora el proyecto del hotel de las Tres Campanas. En la constructora, Tiva Soluciones, confían en encontrar una solución. La obra lleva parada más de cuatro meses, desde la demolición en mayo del inmueble que se usaba de almacén de la juguetería que da nombre al emblemático edificio de la plaza de la Soledad, con el que se comunica.

Se trata de una fosa séptica cerrada con una arquería de ladrillo, con rocas en su interior contra el terreno natural que hacen de filtro. Cuando en el siglo XIX se construyeron los almacenes, se habilitaron aseos que iban a conectar con este pozo negro pero canalizaron hasta la red general. Los restos son perfectamente visibles y se encuentran a la derecha del solar, casi en la linde.

Tras los sondeos iniciales, que pusieron de manifiesto la existencia de vestigios, en agosto se realizó la excavación arqueológica de todo el solar, que ocupa 217 metros cuadrados, cuyo informe se envió a Patrimonio, que acaba de emitir una resolución según la cual se tiene que conservar la fosa séptica, mientras que el resto de los hallazgos se pueden desmontar. En estos momentos se está recalculando la estructura del nuevo edificio, que iba a tener dos líneas de carga. Una de ella es la fachada y precisamente en la esquina es donde más grande está la zapata (bloque de hormigón sobre el que se colocan los pilares). La fosa séptica está a una altura por encima de la cimentación. Si hubiese aparecido en el centro, se podría conservar sin problemas, pero no en el lugar donde está pues la zapata que corresponde no se puede ejecutar y genera complicaciones, según explica la arquitecta, Elena Gil. Esta próxima semana informarán a Patrimonio sobre la inviabilidad técnica de conservar estos restos donde están y confían en recibir una respuesta positiva.

Sobre la importancia de este hallazgos existe diversidad de opiniones, pues la arqueóloga que dirigió la excavación consideró que eran contemporáneos. Se da la circunstancia de que las obras han estado paradas precisamente en verano, que no ha lllovido nada y es cuando se tendría que haber realizado toda la cimentación, que debe llevarse a cabo cuanto antes porque están las medianeras al aire.

El proyecto contempla en este solar un sótano para el almacén y las instalaciones de todo el conjunto, tanto del hotel como del edificio de las Tres Campanas de la plaza de la Soledad. Este inmueble goza de la máxima protección urbanística y se mantendrá tal cual. Sólo se adecuará el interior para convertirlo en cervecería-cafetería y restaurante

El proyecto del hotel con encanto de las Tres Campanas se presentó en el ayuntamiento hace 7 años. El promotor, David Gerrero, se ha acostumbrado durante este tiempo a los retrasos. El nuevo edificio de Duque de San Germán tendrá 825 metros cuadrados repartidos entre cuatro plantas, aunque la superior está retranqueada y no será visible desde fuera. La baja se destinará a la recepción y administración y las superiores para las habitaciones. Cada planta tendrá cinco, todas con un diseño distinto.

El empresario Francisco Guerrero adquirió a Caja Rural de Extremadura el edificio de las Tres Campanas en el 2007 y tres años después presentó al ayuntamiento el proyecto para transformarlo en hotel, lo que requirió una modificación del Plan Especial del Casco Histórico para aumentar las plantas y la edificabilidad de Duque de San Germán.