Aunque la actualidad política esté centrada en Cataluña, que monopoliza buena parte de los informativos nacionales, el secretario general del PSOE no quiso ayer restar protagonismo a la comunidad extremeña en el acto público de apertura del curso político, que se celebró en Badajoz, donde Sánchez se comprometió a «romper cristales por Extremadura», parafraseando al expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibara.

Sánchez defendió que en Madrid «se empiece a hablar» de que la región extremeña necesita un AVE, de la existencia de la agroindustria y de las plataformas logísticas anunciadas. También habló de Extremadura al anunciar la disposición del PSOE a entrar en el debate de la financiación autonómica, donde los socialistas van a poner sobre la mesa que se tengan en cuenta en los cálculos los datos de envejecimiento y la tasa de desempleo, dos variables de las que se vería beneficiada Extremadura.

El secretario general de los socialistas aprovechó también su presencia en la región -donde ha permanecido con su familia desde el jueves, cuando acudió al acto institucional en Mérida por el Día de Extremadura- para felicitar públicamente a Guillermo Fernández Vara por seguir siendo secretario general de los extremeños tras el resultado de las primarias, al tiempo que le agradeció que aceptara el cargo de presidente del Consejo de Politíca Federal. Sánchez defendió la legitimidad del proceso democrático interno de su partido y recalcó que con las primarias «al final no hay ganadores ni perdedores», sino que «el que gana es el PSOE». Momentos antes, Vara había iniciado su intervención dirigiéndose a los asistentes para reafirmar que en ese foro se reflejaba la unidad del partido en torno a su secretario general. «Aquí nos tienes, Pedro, a los socialistas extremeños juntos y unidos, aquí estamos los que ganaron las primarias federales y los que las perdimos», pues Vara había apoyado públicamente a Susana Díaz.

El secretario regional reconoció que el momento actual «es un verdadero reto» para el país y para la región. Aún inmerso en el proceso congresual, Vara señaló la necesidad de poner toda la fortaleza del partido al servicio de la única idea de que el PSOE recupere el gobierno del país, no sólo por el bien de España, sino de la comunidad extremeña. Según Fernández Vara, «a Extremadura siempre le ha ido mejor cuando en la Moncloa ha habido gobiernos socialistas». Tal es así, que aseguró que a Extremadura le cuesta cada año 300 millones de euros que Rajoy sea presidente, que era lo que antes contemplaban los presupuestos generales del Estado para la comunidad extremeña «y que ahora han desaparecido». En sus palabras, este país mantiene todavía una deuda con Extremadura «que está sin saldar» porque no la han pagado ni gobiernos del PP ni el PSOE, en referencia a las infraestructuras ferroviarias, «en una región que como mínimo se merece lo mismo que las demás».

De abrir el acto se encargó Rita Ortega, concejala en Badajoz y secretaria de Igualdad, Dependencia y Sanidad de la ejecutiva local. Nerviosa y entregada, Ortega habló de «la travesía en el desierto» que ha culminado el PSOE, cuyo final dependerá solo de los socialistas. «Nuestros aciertos a partir de hoy serán la esperanza de mucha gente de nuestro país». Se acordó de los «socialistas sin carné que votan al PSOE porque no conciben otra cosa» y ante los que se siente responsable. «Ganar unas elecciones es más importante para esa gente que nos quiere de verdad que para los socialistas que estamos aquí», manifestó y conminó a los responsables del partido a «no fallarles, porque nos necesitan», así como hizo una defensa a ultranza de las bases, de la militancia, que «es el principal activo del Partido Socialista».