El Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa convocados a un juicio que estaba previsto que se celebrara ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Badajoz y que finalmente no tuvo lugar, alcanzaron previamente un acuerdo de conformidad que permitió evitar la vista oral, aunque el tribunal de la Sala se pronunciará a partir de hoy, para ratificarlo en los puntos acordados, en relación a la acusación contra cuatro miembros de una banda organizada. Todos son de nacionalidad georgiana, y perpetraron una oleada de robos en la capital pacense durante el verano del año pasado, que generó un clima de temor en la ciudad.

Debido a dicho acuerdo, las penas solicitadas inicialmente, de 15 años de cárcel para cada uno, por dos delitos continuados de robo con fuerza sobre las cosas y en casa habitada, otro de pertenencia a grupo criminal organizado y dos de falsedad en documento, la defensa admite la responsabilidad de los inculpados y el fiscal adapta su calificación inicial al nuevo Código Penal, unificando los tipos, de modo que se rebaja sustancialmente la pena solicitada, que queda en 4 años y 6 meses de prisión, así como la expulsión del país de los cuatro, con prohibición expresa de volver por un periodo de 10 años, según confirmó el fiscal del caso, Julio López, a este diario.

Los hechos juzgados, conforme figuran en el escrito del fiscal, consistieron en que "un grupo criminal organizado actuó con la única finalidad de cometer hechos delictivos contra el patrimonio, con ayuda de persona o personas que no han podido ser identificadas, para dar salida a los productos de los delitos cometidos".

AUTORES De estos hechos se les considera autores a G. T., a B. T., a V. K. y a M. M., que permanecen en prisión, y que actuaron, en seis de ellos entre el 24 y el 28 de junio del 2015, y cuatro más entre el 15 y el 19 de julio del mismo año. Los ladrones actuaron en un total de 10 pisos de zonas como Santa Marina, Centro y Valdepasillas.

En los dos periodos, la banda se alojó en el hotel Don Luis, de la localidad vecina de Elvas, desde la cual se desplazaban hasta Badajoz con la finalidad, dos de ellos de comprobar la existencia de domicilios donde no hubiese moradores, para posteriormente entrar en ellas sin llamar la atención y apoderarse de joyas y de otros objetos de valor "de poco volumen y fáciles de transportar", y otros dos, en labores de vigilancia.

Los ladrones utilizaban "diversos métodos para forzar las cerraduras de las puertas sin dejar apenas señal, incluso en algunos casos, sin que conste forzamiento", según el relato del fiscal. Mientras tanto, "otros dos miembros ejercían labores de vigilancia y espera con los vehículos que utilizaban para huir de forma rápida a Portugal, donde se deshacían de los objetos sustraídos".

Tras la detención de los cuatro, se les ocuparon útiles para la entrada en los pisos sin dejar rastros y para tapar las mirillas de las puertas. Al acusado B. T. se le ocupó un pasaporte georgiano falseado; a M. M. un carnet de conducir falso, del mismo país, usando en España y en Portugal, así como un vehículo renault Scénic con matrícula francesa.