La presentación del parque comercial que promueve Leroy Merlin con firmas como Media Markt y, posiblemente, Decathlon, ha hecho saltar las alarmas en las asociaciones de comerciantes de la ciudad, que han expresado su temor a las consecuencias que sobre el pequeño comercio y sobre el centro de la ciudad pueda tener la proliferación de grandes superficies en el extrarradio.

Todos los colectivos con los que habló ayer este diario coincidieron en la necesidad de establecer algún tipo de ayuda o compensaciones para dinamizar el comercio establecido y competir "con los monstruos que vienen", según opinó el gerente de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo, Domingo Poves, quien por otro lado defendió que "esto es un bien para Badajoz, pero habrá que ponerse las pilas y poner medidas correctoras para compensar al comercio del centro". Poves afirmó que la asociación analizará la situación la semana próxima.

José María Reino, presidente de Fecoba, dejó claro que la federación no se opone a Rodamco ni a Leroy, pero "la Administración debe corregir desequilibrios y ver si donde se quiere ubicar una empresa es conveniente, pues puede que perjudique más que beneficie". Reino recordó que "los criterios medioambientales en toda Europa van en el sentido de no dispersar más las ciudades porque el mantenimiento de servicios e infraestructuras las puede hacer inviables".

El presidente de Fecoba criticó que la Comisión de Comercio del ayuntamiento no se haya vuelto a reunir desde noviembre pasado, cuando les informaron "de lo que todos sabíamos ya sobre Rodamco, y no han respondido a ninguna de las cuestiones que planteamos"

Además, pidió "a los políticos que dicen que van a crear 1.200 y 3.000 empleos, que lo firmen ante notario para que dentro de 3 años se vean los puestos reales. Eso es mentira. ¿Y cuántos puestos fijos van a desaparecer por eso? No puedes impedir el desarrollo de esas cosas pero sí regularlas, y la Administración está para equilibrar; si no esto se convierte en una selva".

Pilar Barrientos, del comercio de Valdepasillas, criticó que el ayuntamiento no consulte ni informe a los comerciantes. Dijo que "entra bastante pánico, porque están también Rodamco e Ikea, y supone menos cuota de mercado que pagará el pequeño comercio. Veremos con Fecoba qué medidas adoptar".

Su opinión era que "no podemos incidir en estas decisiones en un libre mercado; hay temor. Los centros alejados del comercio tradicional suponen que la gente llega, aparca, compra y se marcha". Y cree que hubiera sido "bueno que el ayuntamiento nos informara para prepararnos ante esta avalancha de grandes cadenas con las que es muy difícil competir".

UN EMPLEO POR 2 AUTONOMOS Emilio Doncel, de la calle Menacho, admitió que "este proyecto nos afecta; ante tanto centro comercial lo primero que deben hacer todas las administraciones es reunirse con las asociaciones de esta ciudad, porque por cada puesto de trabajo que creen los grandes centros se perderá un par de autónomos; habrá gente del comercio establecido que tendrá que cerrar", dijo.

Doncel se hizo una pregunta "y la hago a las administraciones: ¿Qué se quiere hacer con el centro de la ciudad? Doncel propuso que el dinero que dejen las grandes firmas por sus licencias revierta "en el comercio establecido para paliar la competencia que tendremos a la afueras de la ciudad".

Vicente de la Hoz, del comercio de San Fernando, opinó que "tal como están los negocios y con la crisis, cuanto más grandes superficies, más nos afectará al pequeño comercio; nos van a machacar. Lo único que podemos hace es buscarnos las habichuelas por otro sitio. Aquí se hace lo que el ayuntamiento quiere y no hay quien lo pare, como si no existieran las asociaciones de comerciantes".