La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, señala que el traslado de un recluso del Centro Penitenciario de Badajoz "en ningún momento" ha supuesto riesgo para la salud de los funcionarios encargados de llevarlo al Hospital Perpetuo Socorro. "La dolencia que padecía el interno no se contagiaba por vía aérea, solo se podía contagiar por contacto más íntimo, contacto sexual u otro tipo, por tanto, el mismo peligro podían haber corrido los funcionarios policiales como los sanitarios del centro penitenciario que lo estaban atendiendo", informó Pereira en relación a la crítica realizada por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en la que alertaba del traslado, por parte de dos agentes, de un preso con tuberculosis. La delegada del Gobierno, informa Europa Press, insiste en que determinar de qué modo se realizan los traslados de los enfermos a centros hospitalarios es "responsabilidad" de los facultativos sanitarios. "Por lo tanto ellos son los responsables de valorar si son o no son contagiosos y decidir si el preso, que debe recibir asistencia sanitaria, debe ir en un coche policial o si requiere el traslado con un vehículo sanitario o ambulancia de cualquier tipo", asevera Pereira. "Los traslados nunca son realizados de manera arbitraria sino que es el facultativo quien lo ordena y quien debe valorar la patología y considerar si es o no perjudicial el traslado", considera la delegada quien añade que entiende que los policías estén "preocupados por su salud", pero que según los informes que maneja Pereira este hecho "no supone ningún peligro".