Los últimos sucesos violentos cometidos en Badajoz no suponen que haya un aumento de la delincuencia, sino que hay determinadas personas o grupos que cometen sus fechorías o dirimen sus diferencias utilizando armas de fuego. Así lo expresaron ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, y el jefe superior de Policía, Angel Galán, al ser preguntados por las investigaciones del tiroteo perpetrado en la plaza de La Rana, en La Luneta, y el atraco a una joyería en Cardenal Cisneros. Hicieron estas declaraciones tras la toma de posesión del nuevo jefe de la Guardia Civil.

Pereira aseguró que, bien al contrario, "se mantiene una continua bajada de los índices delicuenciales, siendo Badajoz de los lugares con menor nivel de delitos de España", al tiempo que destacó "la mayor eficacia de la Policía Nacional y la Guardia Civil" a la hora de resolver esos delitos. Desde enero pasado, los datos acumulados mes a mes indican que los delitos han bajado en Badajoz un 2,3% respecto del mismo periodo del 2009, según la Delegación del Gobierno.

Galán y Pereira manifestaron que "no hay tráfico de armas en Badajoz". Reconocieron que hay delincuentes que las tienen y utilizan, pero que las habrán "comprado en Portugal, en Andorra o en Marruecos, pero no aquí". Ambos indicaron que "ya se realizan actuaciones para acabar con el uso de armas ilegales", aunque no dieron datos para no entorpecer esas acciones. Pereira señaló que pronto se verán resultados.

Angel Galán hizo hincapié en su "orgulloso por como trabaja la policía, la Guardia Civil, aunque ocurran estos sucesos, como ocurren sin duda, pero poco a poco se van resolviendo, todos", dijo.

Así, espera una pronta detención del octogenario que hirió a un hombre de un disparo de pistola en el pecho, o que se entregue, porque sabrá que con su edad será difícil que cumpla condena, además de estar en busca a captura a nivel nacional e internacional. Galán insistió en que la policía debe poner a disposición judicial al delincuente con pruebas que valgan para que sean jugados y condenados.

En cuanto al atraco a la joyería, destacó que el propio empresario hizo frente al ladrón, sorprendido por su juventud y creyendo que la pistola podría ser de juguete, por lo que dedujo que tendría poca práctica, "y así debió ser porque se dejó hasta la pistola, una 635, un arma pequeña que no era de fogueo". Sobre su detención, tampoco quiso avanzar datos para no obstruir la investigación. El atracador se llevó una cadena y un medallón de oro valorados en 4.000 euros.

El jefe policíal pidió a empresarios y trabajadores de tiendas que no se enfrenten a los ladrones ni intenten defenderse como hizo el joyero, pues "para arriesgar la vida ya estamos nosotros", dijo.