No es una corrida más para él. El torero pacense Miguel Angel Perera pisará por primera vez los ruedos tras la grave cogida que sufrió el pasado mes de septiembre en Salamanca y lo hará en la Feria del Toro de Olivenza. "No hay mejor sitio para reaparecer que en mi propia casa", dijo ayer el matador al referirse a su vuelta a las plazas de toros.

Aunque nació en Puebla del Prior, reconoció que se siente oliventino, porque en Olivenza es donde vive, donde está empadronado y donde mantiene estrechos vínculos con su vecinos. Por todo ello, señaló que esta corrida --en la que comparte cartel con Diego Urdiales y Alejandro Talavante-- tiene "mucho significado" para él, pero también supone "una responsabilidad".

Perera añadió que espera su regreso a los ruedos con "mucha ilusión" y con la confianza de que "las corridas embistan" porque, según resaltó, el éxito de la feria de Olivenza "es que siempre se han cumplido las expectativas".

El matador explicó que su proceso de recuperación tras la cogida en Salamanca, especialmente el postoperatorio, fue "muy duro", pues le obligó a permanecer en reposo absoluto un largo periodo de tiempo y tuvo que suspender corridas que ya tenía comprometidas, como una en Lima (Perú). Pero poco a poco fue superando la lesión. "No he parado de prepararme tanto físicamente como en tentaderos", dijo el torero, que llegará a la plaza de Olivenza al 100%.

En la presentación de la Feria del Toro, Miguel Angel Perera reiteró su disposición a colaborar, no solo como matador, sino como aficionado y oliventino, para que esta cita se mantenga en el tiempo y no desaparezca como otras debido a la crisis y a la "falta de ilusión". En este sentido, se mostró optimista tanto con la feria de Olivenza como con la de Ecuextre en Badajoz, porque se celebran en una tierra "tremendamente taurina", por contar con una escuela de tauromaquia de la que han salido grandes figuras del toreo y por el gran impacto socioeconómico del mundo del toro en la zona. "Eso no puede caer en saco roto", sentenció el diestro.