Los periodistas de Extremadura nos hemos comprometido esta semana a través de la firma de un Acuerdo Marco entre la Junta de Extremadura, las Asociaciones de la Prensa de la región y la mayoría de los directores de los medios de comunicación, a luchar contra la violencia machista "observando e impulsando dentro del contexto de la independencia y libertad editorial" un decálogo sobre el tratamiento de las informaciones relacionadas con las agresiones y muerte de mujeres a manos de sus parejas.

No quiere decir que hasta ahora los medios de comunicación hayamos estado ajenos a esta terrible realidad social. Sin embargo, a partir de ahora nos dotamos de una nueva herramienta de trabajo para colaborar de forma más efectiva en la eliminación de la violencia de género.

Algunos de los compromisos que asumimos con la firma de este decálogo son: identificar la violencia hacia las mujeres como un atentado contra los Derechos Humanos, no caer en estereotipos, respetar el derecho a la intimidad de la víctima, evitar titulares sensacionalistas, respetar la presunción de inocencia del agresor, buscar todas las fuentes de la noticia o promover una mayor presencia de las mujeres en los contenidos informativos.

Un compañero me decía hace unos días que al maltratador no le llega nuestro mensaje, le da igual que le acusemos o silenciemos sus crímenes. No son asesinos que buscan notoriedad. Su objetivo es dominar a otra persona que consideran de su propiedad, hasta el punto de acabar con su vida si lo creen necesario.

Y así es. Pero el compromiso de los medios de comunicación extremeños no es con el maltratador o el criminal, sino con sus víctimas y con la sociedad en general.

Se trata de concienciarnos nosotros mismos y la sociedad de que solo entre todos y desde la aportación de cada uno podremos llegar a conseguir el derecho constitucional de la igualdad entre hombres y mujeres, verdadera antesala de la violencia machista.