La concejala delegada de la perrera municipal, Cristina Suárez Bárcena, explicó ayer que se sacrificaron 12 perros en septiembre porque se contagiaron de ´moquillo´ y no pudieron curarse a pesar de ser sometidos a un tratamiento prescrito por el veterinario, pero en ningún caso se produjo "un exterminio" tal y como denunció el concejal del PSOE, José Alberto Cabañes.

Según relató, después no se aceptó a ningún perro más porque se estuvieron desinfectando los cheniles y mientras tanto la asociación protectora Acan fue la que se hizo cargo de algunos de los animales.

La concejala calificó de "aberrante" la propuesta del concejal socialista de instalar calefacción en la perrera, recordando que "hay personas que no disponen de ella" y que los perros suelen estar en el campo y en patios y no tienen calefacción.