TBtadajoz son sus rincones, calles y plazas. Su historia, sus monumentos y tradiciones. Badajoz es el acontecer diario de sus gentes. Personas somos todos pero personajes son aquellos que aportan algo, en lo profesional o en lo social, en su barrio o en los medios de comunicación, en su entorno o para toda la ciudad. Los personajes de una ciudad se definen por su quehacer, por la amplitud de sus relaciones y por la capacidad que tienen para dejar huella.

Badajoz es una ciudad cuajada de personajes. Desde el inagotable discurso del bailaor Miguel Vargas El Nervio , capaz de explicar la llegada del hombre a la Luna con la misma contundencia que el apareamiento de la sardina en la Baja Edad Media hasta la infinita sabiduría del cataor Domingo Rodríguez de la Concepción El Madalena , la guitarra y el disfraz de Carlos Ruperto Alvarez de los Reyes --cariño, te quiero--, bombera antiardores por antonomasia o la omnipresencia de Samuel Colomer si de Carnaval, fiesta o el Badajoz se trata y Paco Delgado El Cerillo poniendo siempre la guinda. Personajes que aportan sabor a la ciudad y la rescatan de su tedio.

A los políticos, médicos, abogados, arquitectos, ingenieros o periodistas les conoce mucha gente pero la trascendencia es otra cosa. La aureola de universalidad sólo la poseen aquellas personas que han tenido la posibilidad aprovechada de calar en el ánimo de la ciudad. Es el caso de gente como Isidra Méndez (Cerro de Reyes), Carmen Alor (Cañadas-Las Moreras) o Antonio Chacón (por todas partes), volcados en esa entelequia conceptuada como movimiento vecinal, Carmen Cabrera no dejando de asistir a ni un sólo acto cultural que se lleve a cabo, la actriz María Luisa Borruel evidenciando su talento incluso tomando café en el Mundial, los Vidartes con su cámara a cuestas (Manolo más remolón, Enrique como cronista gráfico aplicado e Ian Carlo metido a filósofo). Voces de la radio como Mercedes Moreno (inasequible al desaliento promocionando a la mujer), Victoria Moreno (la publicidad hecha voz) y Manolo Pérez (el eterno locutor), Jorge Mendoza (zapatero y rey), María Teresa Castellano (joyera y relaciones públicas), Emilio González Barroso (polifacético) y María Dolores Gómez Tejedor (intelectual entre legajos). Son muchos más pero las perlas de este collar brillan lo suficiente como para ser una muestra valiosa y de interés.