El presidente de la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra, Miguel Angel Bernabé, pidió ayer que no se boicotee la obra del centro social de Cáritas, un proyecto que espera el barrio desde 1997. El dirigente vecinal realizó estas declaraciones después de que un grupo de vecinos de la plaza Camilo José Cela, junto a la parcela prevista para el centro social, retiraran las vallas colocadas por la constructora y anunciasen que harán guardias para evitar que entren las máquinas en lo que consideran "su parque".

Bernabé señaló que el miércoles se convocó a una reunión a estos vecinos para comentarles cuál es la situación del centro social, pero ninguno acudió a la cita. El presidente vecinal quería explicarles que su parque no es tal, a pesar de que se hayan colocado bancos, ya que la parcela, cedida por el ayuntamiento, está escriturada a nombre de Cáritas. Además, Bernabé pretendía que entendiesen que un cambio de ubicación supondría un nuevo retraso en su construcción, que ya debe afrontarse con los mismos 300.000 euros con los que contaban hace diez años.

A la asociación tampoco le parece el lugar elegido para el centro social "el mejor", pero reconoce que si se traslada, habrá que modificar el proyecto, con los costes que eso conlleve, que el ayuntamiento ceda otro terreno, con el tiempo que eso se pueda demorar, y con el mismo dinero, que ya nos dará "para hacer un trastero", ironizó.

No obstante, el colectivo quiso dejar claro que ellos eran meros "espectadores" y que es Cáritas la que debe decidir, aunque consideran que no se puede estar pendiente de que "veinte vecinos" pongan trabas a un proyecto que es beneficioso para las 8.000 habitantes del barrio.

"Hace 4 meses, los que ahora no quieren, decían que urgía un centro social porque los mayores no tenían donde reunirse, entonces, ¿de qué estamos hablando?", se preguntó Bernabé, quien añadió que cerca de la plaza Camilo José Cela hay otras zonas que se pueden ajardinar. "No todos podemos tener un parque en la puerta de casa", concluyó.