El presidente de la Plataforma de Los Colorines, Antonio Chacón, anunció ayer que este colectivo dará su apoyo tanto a los vecinos que quieran abandonar el barrio como a los que se quedan, y agradeció el apoyo dado a la familia que estuvo 10 días en huelga de hambre.

"Vamos a seguir apoyando a todo aquel que quiera salir de allí", manifestó Antonio Chacón. Esta plataforma, que reivindica los derechos ciudadanos de la vecindad, no apoya sólo a los que se quieren ir, sino también a los que quieren mejorar la situación, "nos hemos centrado en esta familia, pero trabajaremos con los que quedan, mucha gente que no merece tener un barrio en ese estado".

Chacón afirmó que los que no se han unido a la familia es por el miedo que sienten, "y viven con esa humillación; si vuelven tienen que quitar la denuncia, y serían chivatos, además del peligro que conlleva"; y que no se unen "no porque no quisieran estar, sino porque no sentían apoyo, pensaban que tendrían que volver a Los Colorines".

Manuel Sosa, el portavoz de IU, que ha apoyado a la Plataforma, manifestó que "a la Junta le ha salido un grano con Los Colorines". Y comentó que la primera reunión entre las tres administraciones sobre el problema de esta barriada --a la que no llegan algunos servicios, como el butano, los autobuses o el 112 si no es con presencia policial--, prometió acciones inmediatas, pero que "estamos en agosto y no ha habido una intervención".

OLLA DE PRESION "Los Colorines son una olla a presión que va a estallar en cualquier momento, es un barrio sin ley, donde las autoridades miran para otro lado", dijo. Y además añadió que en septiembre pedirá una reunión con Cristina Herrera, como delegada de Bienestar Social, para pedirle que intervengan los servicios municipales.