Nos encontramos en las mejores circunstancias para que, primero la Alianza Ibérica y después la Confederación Ibérica, pongan en funcionamiento muchas acciones cooperativas y coordinadas. Una alianza podría ser tan sólo temporal y coincidente en un ciclo político, mientras que una confederación, más permanente y responsable política y jurídicamente, puede y debe correr, para ganar tiempo, en paralelo a nuestras reformas estatutarias autonómicas y constitucionales, gestando una arquitectura intermedia evidente y necesaria, dada la idiosincrasia común de nuestros estados, en el seno de la Unión Europea, aunque con proyección multicontinental.

Entre alguna o muchas de las múltiples tareas de la Alianza Ibérica, que aspire a convertirse en confederación, estimamos que alguna de las primeras podría ser la Plataforma Logística planeada por el gobierno Zapatero para Badajoz. Esta plataforma no debe ser exclusivamente pacense, sino que debe ser ibérica, con la coparticipación del nuevo ejecutivo luso de Sócrates. Y, en este sentido, es necesario perfeccionar tanto el Plan General de Ordenación Urbana de Badajoz, como el plano director municipal de Elvas, para que logren orientar una plataforma conjunta, hacia el mayor beneficio de ambos países.

Inicialmente, la fórmula de Asociación Europea de Interés Económico es una forma societaria que comienza a demostrarse útil, no sólo cuando se trata de organizar y avanzar con un diseño común de Ave Madrid-Lisboa (AVEP), sino cuando, con experiencias homólogas de plataformas logísticas fronterizas entre País Vasco y Aquitania, se rubrica y pone en marcha como marco verdadero, exigente y eficiente de acción coordinada. (podemos consultar su web en internet: http://www.plataformalogisticaaquitania-euskadi.com.

Esperamos que la Alianza Ibérica, la Confederación Ibérica, la Plataforma Logística, el AVE y la Asociación Europea de Interés Económico, despeguen para volar en un futuro muy próximo.