María Isabel, ganadora del concurso Eurojúnior con Antes muerta que sencilla , colapsó ayer la plaza de Conquistadores, al acudir a la firma de discos que organizó El Corte Inglés.

Entre 3.000 y 3.500 personas, según los organizadores, se reunieron en la plaza formando largas colas desde una hora antes de la convocatoria y en torno a la zona vallada, en cuyo interior se sentó la pequeña cantante, con su madre, Marisa, para firmar ejemplares de su CD.

María Isabel, tan diminuta y con el mismo desparpajo con el que actúa en televisión, se justificaba ante los niños y niñas de su edad que le pedían alguna cosa aparte del autógrafo o la firma del disco, haciendo un gesto con las manos, en señal de que tenía que atender a los que aún esperaban llegar para saludarla o decirle algún piropo.

Marisa contó a EL PERIODICO que "fue su hermano quien llamó al concurso para que se presentara porque le gustaba cantar y bailar y tenía condiciones". Así, superando un una prueba tras otra, llegó al éxito en marzo. Desde entonces, "la vida no es la misma, pero estamos muy contentos de que haga lo que le gusta", afirmó la madre. Esta, preguntada sobre qué le parecen la críticas que consideran una explotación el éxito de la niña, dijo que "no la conocen, ni a nosotros y han dicho barbaridades. No es verdad", concluyó.

María Isabel, preguntada si de mayor querría seguir cantando, respondió que "sí, y estudiando". Y siguió firmando sus discos con desparpajo y rapidez.