Luis de Morales está más Divino que nunca, con sus pompones de colores sobre la paleta de pinturas y en el cuello y con banderolas de croché en su frío pedestal. Si el pintor pacense levantase la cabeza y viese cómo está decorada su escultura en la plaza de España de Badajoz, seguro que «le encantaría, porque él era un artista y un creador», comentaba ayer Sole González, de Galandainas Espacio Creativo que, junto con la Concejalía de Comercio, organizó la iniciativa La Ciudad Tejida, en su tercera edición.

Los novios e invitados que acudían al ayuntamiento se vieron sorprendidos por las colchas en los balcones del consistorio. «A mí me gustaría, si fuese mi boda, encontrármelo todo tejido», apuntaba Sole González. Los bancos, los árboles, los bolos de las aceras: nada escapó a la imaginación y a las buenas manos de las tejedoras que han participado en los talleres que han estado preparando los elementos tejidos de decoración. Por la mañana, fueron más de cien las que estuvieron tejiendo, desde cuerdas para saltar a la comba a arañas y paraguas. Esta cita forma parte de un movimiento internacional denominado urban knitting que se está consolidando en Extremadura y que consiste en tejer en la calle y decorar el mobiliario urbano. Tal vez en la siguiente edición confeccionen los toldos de la plaza de España, «por nosotros sería maravilloso».