La población extranjera que vive en la ciudad se ha ido incrementando los últimos años, tanto que ha pasado de representar un 1,1% del número de habitantes en 1991, con 1.479 inmigrantes inscritos en el padrón municipal, a 5.502 en el 2005 y 8.020 inmigrantes al finalizar el 2007, con lo que representan el 5,6% del total de la población del municipio.

Estos datos fueron facilitados ayer por la concejala de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña, y por Nuria Ferrera, técnico de inmigración del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), que hicieron balance del programa Arco Iris, que desarrolla el ayuntamiento con esta población desde hace 10 años, cofinanciado por al Consejería de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura.

No sorprende que el mayor número de extranjeros se corresponda con los vecinos portugueses, que suman ya 1.961 en el padrón municipal, seguidos de los magrebís, que son 1.273. Pero sí llama la atención que el tercer lugar lo ocupen los brasileños, pues hay 1.094 empadronados. Según Nuria Ferrera, esta presencia se debe a que Portugal facilita la entrada de estos ciudadanos, pero dada la situación económica del país vecino, éstos optan por trasladarse a España.

Muy por detrás de los brasileños les siguen los rumanos. En Badajoz hay 530 inmigrantes procedentes de Rumanía. También son muy numerosos los latinoamericanos: colombianos (462), bolivianos (295) y peruanos (133), además de chinos (283), argelinos (217) y argentinos (169).

ATENCION INTEGRAL El programa Arco Iris, que llevan conjuntamente el IMSS con la Universidad Popular, concibe la atención a los inmigrantes de una forma "integral", según la concejala, es decir, a través de procesos sociales, educativos, laborales y económicos "para facilitar que la población inmigrante acuda a los recursos que ya tenemos normalizados". El programa consta de dos partes: la educativa, con clases de castellano, y la social, que incluye el apoyo legal. Ofrece también actuaciones dirigidas a los pacenses como población de acogida, a los profesionales de los servicios sociales, salud, educación y empleo y a los llamados empleadores, empresarios y particulares, fundamentalmente del servicio doméstico.

Este año se ha incluido un programa cofinanciado por la Consejería de Igualdad y Empleo para la creación de una bolsa de trabajo de inmigrantes donde se les ofrece intermediación laboral que está siendo "muy efectiva", porque los empresarios se están dirigiendo directamente a los servicios sociales.

Al mismo tiempo, desde el programa Arco Iris se está en coordinación con otras organizaciones e instituciones que trabajan con inmigrantes como Cruz Roja, Cáritas Diocesana, la Asociación Todos Iguales Todos Legales y Asociación de Universidades Populares (Aupex), con las que se creó un grupo activo de trabajo en el 2006 que, según la concejala, estaba un poco "parado" pero se ha retomado de nuevo su actividad "porque es bueno que todos sepamos en qué estamos trabajando cada uno" para no duplicar las actuaciones.

La atención a la población inmigrante en el IMSS se ha ido incrementado y ha pasado de 47 en 1998 a 800 en el 2007. En el 2008, entre enero y julio, han sido atendidos 353, una cifra que hace pensar que el balance final será inferior al del año anterior. La concejala apuntó que el motivo es que se ha frenado la llegada de inmigrantes tan vez debido a la política del Gobierno central o por la situación económica actual. Ferrera, por su parte, también apuntó que el hecho de que haya menos inmigrantes atendidos puede tener una interpretación positiva, pues significa que su situación va mejorando y necesitan menos ayuda externa.

Lo que más demandan los inmigrante, en un un 98% es información, asesoramiento y apoyo legal, además de ayuda para la tramitación de permisos iniciales (90%) o su renovación (85%), seguido de peticiones de trabajo (85%), aprender a hablar castellano (70%), información sobre los recursos de la ciudad o económicos a su alcance (65%) y la escolarización de sus hijos (50%).