Para sorpresa de Ciudadanos, que esperaba que en este punto el PSOE se abstuviese y apoyase que se quedase sobre la mesa, el grupo municipal socialista se sumó al PP y ambos votaron ayer a favor de la nulidad del reglamento que regula la elección de representantes del alcalde en los poblados de Badajoz. La consecuencia de esta decisión es que los vecinos de las ocho pedanías no podrán elegir a sus alcaldes y cumplir así uno de los compromisos adquiridos con Ciudadanos por el PP para la investidura de Francisco Javier Fragoso. El reglamento se aprobó en octubre y se sometió a exposición pública. Se presentaron tres alegaciones: dos de particulares y una de la Delegación del Gobierno de Extremadura alertando de la ilegalidad de la convocatoria en base a informes de la Abogacía del Estado y de la Secretaría General, en los que se han basado el secretario general y los servicios jurídicos del ayuntamiento para llegar a la misma conclusión.

PSOE y PP hicieron suyas ayer estos argumentos. Pero el concejal socialista Fernando Carmona se mostró muy crítico con el proceder del alcalde en este proceso y no le concedió el «beneficio de la duda» cuando expresó que su voluntad política era respetar el compromiso con Ciudadanos pero no puede incumplir la ley. Alegó Carmona que el alcalde se ha formado en sus 22 años de experiencia municipal y «era plenamente consciente y sabía perfectamente qué iba a pasar» con la consulta en los poblados, por lo que, en su opinión, Fragoso «no dice toda la verdad».

El concejal socialista lamentó que haya actuado así, pues la aprobación de este reglamento «desgraciadamente generó muchas expectativas entre los vecinos de los poblados,». Para Carmona, Fragoso cometió «dos errores importantes» en los compromisos de investidura: reducir los concejales liberados, lo que para este concejal fue una «irresponsabilidad», y la consulta de los poblados, «que era inejecutable». Según Carmona, «para ser alcalde, para mantenerse en el sillón, no vale todo, debió saber decir que no y no haber propiciado un engaño que ha afectado a la ilusión de los vecinos».

Enfrente, la primera teniente de alcalde, la popular María José Solana, recordó que el reglamento se aprobó inicialmente por unanimidad --incluido el PSOE- de lo que dedujo que «o todos nos hicimos trampa en el solitario o todos creíamos que era absolutamente legal». El alcalde, por su parte, defendió que firmó el acuerdo «de buena fe en un contexto en el que creía que se podía aprobar» y señaló que también él podría pensar que C’s «me quiso llevar a un callejón sin salida». Insistió en que todos los grupos apoyaron el reglamento y apuntó que en aquel momento aún no se había pronunciado el Tribunal Constitucional sobre la consulta en Cataluña, que deja claro que no se puede convocar un referéndum sin autorización del Estado. Además estaba vigente el reglamento aprobado en Albacete, que fue el que el portavoz de la formación naranja, Luis García-Borruel le aportó para el borrador, que el propio Fragoso transcribió, añadiendo como único cambio la celebración de una segunda vuelta en la elección de los alcaldes si ningún candidato lograba mayoría absoluta, modificación que luego aceptó retirar a petición de la oposición.

Podemos y Ciudadanos pidieron dejar el asunto sobre la mesa y se abstuvieron en la votación para anular el acuerdo. Para Borruel, «todo esto se ha salido de madre», pues el compromiso era que los vecinos eligiesen a la persona que el alcalde nombraría como su representante y se quejó de que el secretario general del ayuntamiento no advirtiese de la ilegalidad cuando el reglamento se aprobó en octubre.