Aunque los vecinos de los poblados dicen sentirse "discriminados" y que "cuando interesa al ayuntamiento somos considerados una parte de Badajoz, pero cuando no, somos pueblos", como afirmaron ayer los presidentes vecinales de Alvarado y Villafranco, Manuel Palacios y Juan Rubio, respectivamente, en general entienden que "lo positivo" de quedar fuera de la privatización, y de que sea el ayuntamiento el que se siga encargando de la limpieza de sus calles, "es que se salvan los puestos de trabajo".

El presidente vecinal de Valdebótoa, Joaquín María Ramos, aseguró que "lo que interesa es que se preste un servicio como merecen los vecinos", y hasta ahora parece que la mayoría ve que "la limpieza viaria se está haciendo bien", como afirmó la presidenta de Gévora, Matilde López.

Las quejas en los poblados se deben sobre todo a la recogida de residuos sólidos urbanos, que se lleva a cabo una vez por semana, la escasez de contenedores y las escombreras y vertidos incontrolados, según Manuel Palacios, quien espera que la empresa que resulte adjudicataria dé una solución a esto.

A pesar de ello, el presidente de los vecinos de Balboa, Félix Montanet, cree que la limpieza que actualmente se hace en las calles de los poblados "puede mejorar, con más contratos, de mayor duración y con un mayor control". También a Matilde López le parece un número insuficiente de trabajadores.