En una agradable y calurosa conversación de terraza de verano comprobé, hace unos días, lo poco que sabemos en Badajoz sobre los poblados.

Ahora que está tan de moda la terminología de las encuestas, podría decir que muy pocos de los habitantes de Badajoz, o ninguno, seríamos capaces de enumerar, de corrido y sin dudar, el nombre de las 8 pedanías y la entidad local menor que tiene la ciudad. La mayoría no sabe o no contesta si intentamos situarlos en el mapa. Y el desastre final llega cuando el objetivo es recordar los nombres de los llamados alcaldes pedáneos.

Las conclusiones de mi miniestudio sociológico no tienen nada de extraño, habida cuenta de la poca presencia que en los medios de comunicación tienen estas poblaciones ubicadas en el término municipal de Badajoz, que dependen del Ayuntamiento "matriz"- el de Badajoz - y que aportan, según el último padrón municipal, 10.391 habitantes.

Solo cuando la oposición se acuerda de las deficiencias que existen en estos núcleos de población, aparecen por la vorágine de la actualidad los nombres de Alcazaba, Sagrajas, Novelda, Gévora, Villafranco del Guadiana, Valdebótoa o Balboa. Distinto es el grado de conocimiento sobre Alvarado y Guadiana del Caudillo. La vergonzante falta de agua potable en la pequeña pedanía de Alvarado, la han hecho protagonista de numerosas crónicas periodísticas. Las últimas, afortunadamente, contando que, por fin y después de más de diez años, las nuevas obras de abastecimiento realizadas por Hidroguadiana y el Ayuntamiento de Badajoz harán que se termine con una situación inimaginable en el siglo XXI.

También se conocía la merecida independencia de Guadiana del Caudillo, fundada por Franco en 1951 y de ahí un segundo nombre que probablemente hoy le sobra. Coincidimos en que no es el mejor momento para aumentar el número de administraciones, pero sí para que una población pueda gestionar con más eficacia sus propios recursos.

Sólo unos minutos de conversación sobre los poblados, que hoy vuelven a salir en la prensa.