Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que vigilan el centro penitenciario provincial de Badajoz abortaron el intento de fuga protagonizado por dos internos pasadas las dos de la madrugada de ayer, según confirmaron a este diario la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, y el director de la prisión, Carmelo Charfolé. Los dos destacaron la labor fundamental desempeñada por los policías del Servicio de Seguridad Exterior, que con los medios técnicos de que disponen y su vigilancia, lograron frustrar esta nueva intentona.

El operador de cámaras de vigilancia de la prisión detectó a las 02.21 horas horas la presencia de los dos reclusos que se encontraban agazapados encima del tejadillo del muro interior del recinto penitenciario. Hasta allí habían logrado llegar y desde ese punto pretendían dirigirse al muro perimetral a través de los tejados para salvarlo y saltar al exterior. El agente dio la alarma y de inmediato se puso en marcha el protocolo previsto para estas situaciones.

El dispositivo funcionó y mientras el encargado de las cámaras seguía a los reclusos en su recorrido por los tejados, el resto de agentes de los servicios del exterior y del interior se movilizaron hasta localizar y detener a los prófugos en el patio interior, en la zona conocida como paseo de ronda, según fuentes de interior, siendo entregados a los funcionarios de prisiones encargados de la custodia interior.

APOYO EXTERNO La policía también desplazó varias dotaciones al exterior de la prisión, a los puntos "sensibles" establecidos y a las carreteras próximas para averiguar si los internos contaban con algún dispositivo de apoyo fuera del centro, sin que localizaran a nadie ni ningún otro indicio de ayuda externa.

Los dos reclusos son jóvenes, identificados como V. S. I. y M. I., Ambos son de nacionalidad rumana y se encuentran encarcelados por delitos de robo, por los que cumplen penas de 4 y 5 años de cárcel, respectivamente. Ninguno de ellos era considerado peligroso.

Los dos se hallaban en una celda del módulo dos, utilizado para los presos preventivos, lo que fue considerado por un funcionario, representante sindical de CCOO, como una prueba más de que la masificación que se da en el centro no permite hacer una buena labor de clasificación de los internos, como viene denunciando esta central sindical, así como la falta de personal. "Así, que no manden ahora a un inspector para buscar una cabeza de turco", señaló.

Los reclusos salieron de su celda utilizando "utensilios que están permitidos" para forzar los barrotes, dejando espacio para salir y deslizarse hasta un patio mediante un trenzado de sábanas y toallas mojadas, según fuentes policiales consultadas. El director de la prisión evitó dar datos que puedan comprometer la seguridad, "como ha ocurrido en Castellón con otro intento de fuga, donde se dieron datos esenciales que pueden llegar al resto de los reclusos", dijo.

EN DIEZ MINUTOS Todo ocurrió "en menos de diez minutos", según fuentes consultadas. Y una vez reintegrados los presos al interior del recinto, los funcionarios procedieron a realizar un nuevo recuento.

La policía, según ha sabido este diario, había denunciado de forma reiterada ante diferentes estamentos que el cableado del sistema de alarma vaya por unos tubos sujetos al exterior del edificio, y que pueden ser utilizados, como al parecer ha ocurrido esta vez, para sujetarse sobre ellos y dejarse caer.

Pereira y Charfolé destacaron la profesionalidad de la policía, a la que felicitaron por su actuación "rápida y eficaz". La dirección del centro informó al juzgado de guardia, que tramitará las diligencias judiciales oportunas, y al de Vigilancia Penitenciaria.

OTROS CASOS El último intento de fuga en el centro pacense fue en mayo del 2008; dos funcionarios abortaron la operación de dos presos que habían hecho un boquete en su celda que daba a un patio.

En abril del 2007 la policía evitó la fuga de otros dos internos. En noviembre de ese mismo año, otro preventivo se fugó escalando los muros con sábanas y trapos anudados. En esta ocasión, el recluso, de 20 años, sí logró llegar al exterior, si bien fue detenido cinco horas después.

Este caso se comparó con otro ocurrido en el 2005, en el que un joven logró huir del centro y su familia anunció por televisión que estaba en su casa y que se entregaría. En el 2003 se fugaron otros dos reclusos, uno de los cuales volvió por sí mismo.