Las unidades policiales que investigan el asesinato de Jaime López de Ceballos, madrileño de 78 años radicado en Badajoz, barajan la posibilidad de que los autores actuaran, sin descartar el robo, por otros posibles móviles. Al analizar el escenario del crimen y las pruebas practicadas hasta el momento, parece que la puerta de acceso al piso de la víctima --el primero A del número 18 de la avenida de Colón-- no estaba forzada, según ha podido saber este diario por fuentes conocedoras del caso.

Al cierre de esta edición se mantenía el dispositivo de búsqueda de los autores, sin que ninguna fuente oficial señalara una vía distinta a la de localizar a un hombre y a una mujer que, como indicó la propia víctima antes de fallecer en el rellano de su casa, habrían sido sus asesinos. Lo que ahora parece no estar tan claro es que la pareja acudiera al domicilio del anciano a robar, barajándose otras posibles hipótesis.

La víctima era un hombre querido en la ciudad, que vivía solo y que tenía como medio de vida la gestión de sus tierras. Era conocida, al parecer, su afición al juego y que realizaba viajes a Madrid por pequeñas temporadas de vez en cuando. Los vecinos que lo conocían seguían consternados; destacaban su amabilidad y cortesía. "Yo lo quería mucho, era una excelente persona, correcta, nos da muchísima pena", afirmó María Jesús, que acudió a identificar el cadáver con la policía. Otros se hacían eco de rumores sobre la identificación y próxima detención de los autores del crimen, señalando que alguno podría ser extranjero. Ninguna fuente oficial confirmó ni negó nada al respecto.

Familiares de la víctima manifestaron a este diario que la policía no les había informado sobre la investigación por estar bajo secreto sumarial. Otras fuentes consultadas consideraron que las pesquisas van por buen camino y confiaron en que se pueda resolver el caso en los próximo días. Manuel García, portero del edificio, terminaba a media mañana de ayer de recoger restos de sangre que permanecían en el primer piso.

Los investigadores tampoco hallaron el arma homicida entre los restos de los dos contenedores de residuos que se hallaban frente al edificio donde vivía la víctima y que trasladaron a dependencias policiales; al parecer, tampoco había prendas de vestir, restos de sangre u otros elementos relacionados con el crimen.

Sí recogieron funcionarios de la policía las imágenes grabadas por una cámara de seguridad del interior de una oficina de Caja Extremadura que se encuentra en la planta baja del inmueble, a la izquierda y puerta por medio de la entrada al edificio, para estudiarlas y comprobar si los asesinos pasaron por delante de la sucursal y la cámara los gravó en su huida.

Los forenses terminaron la autopsia a última hora de la mañana e informaron al juzgado que lleva la causa. El cuerpo de la víctima presentaba dos heridas de arma blanca en el cuello y una de ellas era mortal de necesidad, y una bajo el pecho, que fueron asestadas por los agresores. También tenía varios cortes en los brazos que pudieron ser como consecuencia de un forcejeo defensivo.

El funeral se celebrará hoy a las 11.00 horas en la capilla del tanatorio Puente Real y los restos mortales serán trasladados al cementerio de Montijo para su incineración.