La Policía Nacional continúa con la búsqueda del autor o autores del crimen de un hombre que fue hallado aún con vida, con un disparo en el área izquierda de la cabeza, en la calle Duero, esquina con la plaza de las Escuelas, en la barriada de las 800 Viviendas, la noche del pasado domingo, si bien falleció tras la llegada primero de los policías y después de los sanitarios del 112.

El tiroteo se produjo hacia las 21.30 horas. La víctima es un varón mayor de edad -una persona que lo atendió en el suelo afirmó que era joven-; no llevaba documentación, por lo que se trabajaba en su identificación; vestía una sudadera con capucha y, aún sin estar oficialmente identificado, «podría tratarse de un miembro de un clan» de la ciudad.

Tras el primer aviso, dado por un vecino que encontró el cuerpo tendido en el asfalto, que no quiso dar su nombre por temor a posibles represalias, y que fue quien llamó a la policía, la local al parecer, acudieron poco después varias patrullas, tanto de policía local como de la nacional, hallando a la víctima aún con vida.

Fuentes oficiales señalaron que la policía avisó al 112 y cuando llegaron los sanitarios, el hombre aún respiraba pero no aguantó más de cinco minutos, sin que los médicos pudieran hacer nada para salvarle la vida, solo certificar su fallecimiento.

En esas circunstancias, las ambulancias se marcharon y se avisó a la Comisión judicial, que ordenó el levantamiento del cadáver en torno a las 23.30 horas, siendo trasladado en un furgón mortuorio hasta el Instituto de Medicina Legal, donde se le practicó la autopsia ayer por la mañana.

SECRETO SUMARIAL / Tanto la Jefatura Superior de Policía como la Delegación del Gobierno señalaron que no podían facilitar información sobre el caso porque la autoridad judicial, el juzgado de Instrucción número 4 de Badajoz, que se hallaba de guardia, decretó el secreto de sumario.

Los primeros datos que se conocieron indicaban, según la policía, que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre familias y según testimonios recogidos en la zona -ningún vecino quiso identificarse- daban por bueno el enfrentamiento entre clanes».

Los hechos ocurridos en la noche del pasado domingo, cuando los agentes hallaron siete cartuchos de escopeta en la zona, algunos sin utilizar, parecen tener relación con un enfrentamiento a tiros que se produjo la tarde del sábado en la avenida Gurugú.

También se localizaron «tres o cuatro vehículos con impactos de disparos» y ayer apareció «calcinado un turismo Nissan Juke nuevo», según varios vecinos del lugar que avisaron a la policía local. Éste cuerpo que confirmó que se investiga su posible relación con los hechos, aunque remitieron a la Policía Nacional.

La delegada del Gobierno, Cristina Herrera, manifestó ayer en Cáceres que continúan las investigaciones para identificar al fallecido, que como posible motivo se baraja un «ajuste de cuentas». Recordó la delegada que el juez había decretado el secreto de la investigación y que se trabajaba en la identificación del cadáver, del que no ha trascendido ni el nombre ni la edad, informa Europa Press.

TESTIMONIOS / Testimonios recogidos entre el vecindario señalaron que el fallecido «es de un clan conocido»; que «vino y disparó a una familia a través de la puerta de una vivienda, al parecer por lo que pasó en El Gurugú», señaló uno residente en la zona.

«Es una familia de aquí y ayer la policía alertó a la vecindad de que tengan mucho cuidado porque podría haber problemas» si se confirma que se trata de un ajuste de cuentas, añadió otro. Una mujer indicó que la víctima «parecía que un moro, porque iba encapuchado, también los que iban detrás de él; eran cuatro», dijeron.

Otros testigos contaron que «además de los tiros del sábado, ha habido más enfrentamientos: los habían visto discutir en la calle, pero no han trascendido». «Parece que algunos son de Suerte de Saavedra y una familia ha ocupado en una vivienda en la UVA, por lo que por ahí puede ir la cosa».

La persona que encontró a la víctima señaló que «los tiros se oyeron en otro sitio; el cuerpo estaba en la calle Duero, pero no fue ahí donde se escucharon los disparos». Y explicó que la víctima «podía tener treinta y tantos años; tenía la cara encapuchada, llevaba guantes y una sudadera».

Al cierre de esta edición, continuaba la búsqueda del autor o autores del crimen.