Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han retirado del mercado español 76.000 litros de aceite fraudulento que se vendía como virgen extra de oliva y en realidad era aceite de girasol mezclado con conservantes y colorantes. Hasta el momento han sido detenidas nueve personas supuestamente relacionadas con el caso.

Según ha informado la consellera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, sólo en Catalunya, donde se ha destapado la trama, se han inmovilizado hasta ahora más de 30.000 litros y se han detenido a cuatro personas, una de las cuales ha ingresado en prisión por orden judicial. Asimismo, ha asegurado que los primeros análisis del aceite fraudulento indican que no es tóxico.

Producido en Andalucía

El aceite se producía, envasaba y etiquetaba en dos empresas situadas en Mancha Real (Jaén) y Baena (Córdoba), que luego lo hacían llegar bajo el nombre de dieciséis marcas diferentes a varias distribuidoras en Cataluña, que a su vez lo comercializaban, la mayoría en viajes promocionales de un día en autocar, y también a través de pequeñas tiendas, restaurantes e incluso por internet.

Las marcas bajo las que se ha comercializado el aceite fraudulento son La Tinaja, Tartessus, La Prensa Aceitunera, Pagos de Olivos, La Campiña, Los Olivares, La Bodega, La Colmena, La Cantarilla, Conde da Vila, Aceite del Serra y La Despensa.

También han utilizado las marcas de Magina, la misma de la denominación de origen del mismo nombre, y Embrujo de Andalucía, presentado en latas de cinco litros, aunque el mismo producto en garrafas de plástico no se ha detectado como fraudulento, según ha explicado el director de la Agencia Catalana de Consumo, Enric Aloy.

Advertencia a los consumidores

Aloy ha pedido a todos los consumidores que puedan tener aceite con estas marcas que lo devuelvan al establecimiento en el que lo han adquirido y telefoneen al 012 para informar de ello. Los inspectores de Consumo pasarán por el establecimiento para inmovilizarlo.

Según ha explicado el intendente de los Mossos d'Esquadra, Joan Carles Molinero, la operación, bautizada como Oleic, comenzó el pasado 24 de marzo, cuando varios productores de aceite catalanes pusieron en conocimiento del departamento de Agricultura la existencia de aceite que se vendía como de oliva virgen, pero que en realidad era una mezcla que contenía entre un 70% y un 100% de aceite de girasol.

Colaboración policial

Los Mossos d'Esquadra descubrieron que el aceite fraudulento se producía en Andalucía, por lo que demandaron la colaboración de la Policía Nacional, que se ha encargado de investigar la ramificación en el resto de España de la red de distribución descubierta en Catalunya.

La policía autonómica encontró en Granollers (Barcelona) el principal almacén de distribución del aceite, que iba a parar a empresas turísticas que organizaban viajes promocionales en autocar de un día con el obsequio de una garrafa de aceite incluida. Al responsable de este almacén, Juan C.P., de 38 años, vecino de Cassá de la Selva, con antecedentes por otros fraudes alimentarios y que ha ingresado ya en prisión, la policía le acusa de ser el cerebro de la trama y de haber creado varias empresas que utilizaba para introducir el aceite en los viajes promocionales.

También ha sido detenido José A.S., de 53 años, vecino de Vic, que presuntamente proporcionaba aceite fraudulento a un almacén situado en Tordera y que tiene múltiples antecedentes por estafa. Igualmente han quedado en libertad con cargos Jaime S.A., de 53 años, y María Rosa A.P., de 50, residentes en Granollers, donde regentaban un almacén que se encargada de distribuir el aceite a tiendas y restaurantes sabiendo que no era auténtico de oliva.

Operación abierta

Hasta hoy, los Mossos d'Esquadra y los inspectores de consumo han inspeccionado 16 establecimientos que vendían este producto a 21 euros la garrafa de cinco litros en diferentes localidades de la provincia de Barcelona, Tarragona y Girona. La investigación también ha revelado que parte del aceite se ha comercializado en otras provincias, como Alicante o Badajoz.

Tura ha insistido en que se trata de una trama acusada de estafa, falsedad y un delito contra la salud pública por engañar en las etiquetas y que pretendía obtener un enriquecimiento ilícito, pero no hay peligro para la salud pública. La operación sigue abierta tanto en Catalunya como en el resto de España para inmovilizar los miles de litros que se supone que ha comercializado esta red, que ha distribuido una media de 40.000 litros mensuales desde junio del año pasado.