El superintendente de la policía local, Miguel Sardiña, está ultimando un plan de reorganización del tráfico que afectará principalmente a la zona este de la ciudad y muy concretamente a la barriada de San Roque como consecuencia del próximo derribo del puente que comunica este barrio con el centro de la ciudad para realizar uno de nueva construcción.

Esta obra, que se enmarca dentro del proyecto de encauzamiento de los arroyos Rivillas y Calamón que está realizando la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), obligará a cambiar varias direcciones y corrientes de circulación tanto en el interior de San Roque como en las entradas y salidas por esta parte de la ciudad.

Miguel Sardiña reconoció que el dispositivo, que aún se está perfilando, es complejo y afectará a un número importante de calles, aunque algunos de los usuarios más afectados serán los que residen en la avenida Ricardo Carapeto, la arteria principal de San Roque. "Estamos buscando otras vías alternativas e intentando que sea lo menos traumático y confuso posible", señaló.

El eje que dividirá el barrio será Ricardo Carapeto y a partir de ahí se cambiará la dirección y el sentido en algunas calles para que los vecinos puedan salir del barrio hacia otros puntos de la ciudad por el puente de Ronda Norte y hacia la carretera de la Corte en dirección al nuevo puente de la Plaza de Toros.

EVITAR LABERINTOS En este sentido explicó que "se están buscando las calles más amplias y más directas para evitar causar trastornos. También se dará a los conductores información suficiente para evitar maniobras innecesarias y laberintos de calles".

El puente de San Roque será el siguiente en el que actuará la CHG una vez que ponga en servicio el de Ronda Norte, que abrirá al tráfico a partir de la próxima semana, según informó la CHG. En estos momentos se está terminando la rotonda que conecta este nuevo puente con la carretera de Circunvalación, y tanto la rotonda como el puente sólo están pendientes de la última capa de rodadura. La prueba de carga del puente podría realizarse hoy mismo.

UNA PASARELA PEATONAL Cuando se abra se construirá una pasarela peatonal antes de proceder al derribo del puente de San Roque para construir uno nuevo en el mismo lugar, que estará concluido a finales de agosto, según los plazos establecidos.

El superintendente de la Policía Local diseñará la reorganización del tráfico pero será la empresa encargada de la obra del puente la que se ocupará de la señalización, por lo que ya se le han sido encargados los paneles informativos y las señales.

Aunque estos cambios ocasionarán, sobre todo inicialmente, cierta confusión entre los conductores, Sardiña recordó que esto tendrá un carácter de provisionalidad, hasta que se construya el nuevo puente, "luego, San Roque estará mejor comunicado que nunca y con menos problemas de tráfico, ya que habrá tres puentes en servicio".