La operación jaula desarrollada por 175 agentes de la policía de Badajoz y Sevilla en los Colorines, llevada a cabo el pasado día 15 dirigida por el magistrado del Juzgado de Instrucción 2 de Badajoz y el jefe superior, Angel Galán, se saldó, además de con 20 detenidos --16 hombres y 4 mujeres de entre 21 y 63 años--, con el decomiso de dos armas de fuego: un revólver con abundante munición y una carabina, además de varios machetes, catanas, cuchillos y espadas.

Los agentes, que tuvieron que derribar con un ariete seis de las siete puertas de las viviendas registradas, de forma simultánea --la séptima no fue posible por el blindaje que tenía--, hallaron en su interior además de las armas blancas y fuego, tres kilos de hachís, 20 gramos de cocaína y 40 de heroína, además de cinco balanzas de precisión y otros efectos para la manipulación de estupefacientes.

Así lo explicó ayer el jefe superior de policía, Angel Galán, acompañado por la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, quien felicitó a todos los participantes en la operación, "de las más importantes de las realizadas en la región y la más importante a nivel local y de la propia barriada de los Colorines", dijo. En su opinión, "la importancia es no tanto por la cantidad, como por lo que supone en la mejora de la situación de seguridad de los ciudadanos".

VIVIENDAS BLINDADAS Galán confirmó la información adelantada por este diario sobre la puesta a disposición judicial de 13 de los 20 detenidos, de los que siete ingresaron en prisión y seis quedaron en libertad con cargos, como los siete restantes que no declararon ante el juez, pero que fueron denunciados por tráfico de drogas.

También confirmó que los enfrentamientos pasados entre familias en ese barrio eran guerras entre vendedores minoristas de drogas. Asimismo, destacó que los siete pisos registrados estaban realmente "acorazados" y "blindados con puertas de hierro, dobles y con rejas, y con cámara de seguridad en uno de ellos" con el fin de dificultar el acceso de la policía a lo que denominó "un hipermercado de la droga".

El jefe de la policía explicó y agradeció la colaboración del juez Emilio García Cancho poniéndose al frente del operativo y asistiendo desde el principio, en persona, a los registros, estando presente en un de ellos, pues ello facilitará la investigación judicial al tener conocimiento directo y ser garante de la legalidad de los pasos dados.

OBJETIVO: LA SEGURIDAD Hizo hincapié, además, en que "el primer objetivo fue la seguridad, que nadie, ni delincuentes, ni vecinos ni agentes sufrieran daño alguno". Por ello se selló prácticamente el barrio, en los accesos y en todas las calles y plazas del interior.

Galán dijo que el juez aceptó que fueran siete los domicilios a registrar porque era de los que se tenían más pruebas, aunque había algunos candidatos más.

Como curiosidad, explicó que los policías no pudieron derribar la puerta de uno de los pisos con el ariete, dado el refuerzo que presentaba, "y tuvimos que esperar a que nos abriera la propietaria tranquilamente desde dentro, con todos los grifos y cisternillas sonando, por donde habrían arrojado la droga".

Galán afirmó que la operación se realizó "ante la petición de los ciudadanos a raíz de los enfrentamientos con armas" registrados en esa y otras zonas de la ciudad, y anunció que "el Cuerpo Nacional de Policía está y estará siempre para velar por la seguridad y operaciones como ésta se harán tantas veces como haga falta".