La policía local tuvo que intervenir el pasado 1 enero para retirar varios caballos que campaban a sus anchas por las calles de la Banasta y la carretera de Valverde poniendo en riesgo a los conductores que circulaban por la zona, que fueron quienes alertaron de la situación. Uno de ellos estuvo a punto de colisionar con uno de los animales.

Según informaron ayer fuentes policiales, una vez en el lugar, los agentes comprobaron que los caballos pertenecían a familias portuguesas que la noche anterior habían parado a pernoctar en un descampado cercano, antes de proseguir el camino hacia su país. Con ellas viajaban 26 caballos y mulas, seis de los cuales fueron intervenidos por la policía después de que personal de la clínica veterinaria Clinivex constatara que presentaban «importantes grados» de caquexia, numerosas heridas en las partes del cuerpo donde van amarrados los arreos para el carro, posiblemente por el exceso de peso que arrastran, incluido el de las personas que viajan sobre los carros de los que tiran. Además, se observó que no gozaban de condiciones higiénico-sanitarias adecuadas y presentaban síntomas de deshidratación e inanición. Los animales que se llevó la policía, que permanecen en las instalaciones de la clínica, son los que estaban en mal estado y de los que sus dueños no tenían documentación alguna.

Tras estos hechos, se abrieron diligencias judiciales contra los responsables de los caballos y mulas como presuntos autores de un delito de maltrato animal y la policía local solicitará al juez la posibilidad de que se puedan dar en adopción.