La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 34 años y a un hombre de 44 dentro de la operación antidroga denominada Lusitania, desarrollada el pasado jueves en Los Colorines. En el registro de sus domicilios, los agentes hallaron, además de diversas cantidades de sustancias estupefacientes, dos armas: un subfusil del calibre 9 milímetros largo y una pistola de la marca Star.

La investigación, durante la que ya se detuvo a otras dos personas por tráfico de drogas, comenzó hace unos meses. El jueves, como ya informó ayer este diario, aprovechando que medio centenar de agentes procedentes de Sevilla se desplazaron a Badajoz para colaborar en el desahucio de 11 viviendas sociales de esta misma barriada, se llevó a cabo el registro de los domicilios de los dos detenidos, ambos en la plaza Toto Estirado. Con su detención, la Policía Nacional da por "erradicados" los dos puntos de ventas que controlaban.

En los registros se intervinieron 27,68 gramos de cocaína, 1,6 gramos de heroína, 110 pastillas de Trankimacín, además de una báscula de precisión, recortes de plástico, amoniaco y otros utensilios para el corte de la droga y la confección de papelinas. A los otros dos detenidos ya se le habían incautado 24,32 gramos de cocaína y los agentes realizaron 14 catorce actas de aprehensión de sustancia estupefaciente.

Fue al finalizar los registros en las viviendas cuando, en las inmediaciones de éstas, se halló una bolsa de basura de grandes dimensiones en cuyo interior estaban las armas.

La Brigada de Estupefacientes inició la investigación cuando tuvo conocimiento de la existencia de un punto de venta de drogas a pequeña escala en la plaza Toto Estirado, que contaba con una amplia clientela, no solo de la ciudad, sino también de ciudades cercanas de Portugal. Los agentes identificaron a los presuntos traficantes y a su cabecilla, un ciudadano portugués afincado en Los Colorines desde hace años y con fama de conflictivo entre los propios consumidores.

La policía realizó una serie de vigilancias sobre los domicilios en los que se vendía droga para corroborar sus indicios, que se convirtieron en pruebas para detener a los presuntos traficantes este pasado jueves. El hombre ya ha pasado a disposición judicial.