Los socios del gimnasio habilitado en la confluencia de las avenidas Antonio Masa Campos con la de Colón, RockGym, ya no saben a qué atenerse. Después de permanecer cerradas casi tres meses, las instalaciones reabrieron el viernes 20 de enero y volvieron a cerrar el jueves pasado, día 26.

Los usuarios se encontraron por la tarde con un precinto de la Policía Local de Badajoz en la puerta. Esa misma mañana, ya sufrieron un corte de luz y más tarde se cerró el local. La información que recibieron los socios ese mismo día por parte de RockGym (que pertenece a marco Aldany), sin embargo, es que cerraba por obras. La nota informativa de la empresa relata que debido a que han recibido «numerosas quejas» por parte de los usuarios «con toda la razón del mundo» por las «incidencias y las molestias que están causando los técnicos trabajando mientras disfrutáis de vuestro entrenamiento», habían decidido cerrar todas las instalaciones hasta el próximo día 1 y así poder finalizar definitivamente todos los trabajos en estos tres días laborables. En este mismo comunicado a los socios, la empresa se compromete a ampliar la instalación del agua caliente para que tenga capacidad de dar suministro a todos los que acuden a entrenar.

Además, informa de que quieren aprovechar para terminar la obra de peluquería, cabinas de estética, depilación y masaje «para que así podáis disfrutar de más servicios para canjear con vuestro cheque regalo». Se refiere a la compensación que ofrece a los usuarios por los meses que lleva cerrado el gimnasio y que según ha relatado un socio a este diario, son cantidades cangeables por servicios, como el de peluquería, que no está terminada, entrenador personal o dietas.

El gimnasio ya fue precintado por la policía local el pasado 7 de octubre. Fuentes consultadas por este diario informaron de que la policía local clausuró entonces el local porque carecía de licencia municipal de apertura, pendiente de algunas correcciones detectadas por Urbanismo y Protección Ambiental. La policía volvió a clausurarlo el pasado jueves. El precinto había desaparecido ayer, aunque las instalaciones seguían cerradas.

Según informó el ayuntamiento a este diario, esta vez los agentes esperaron a que el gimnasio estuviese desalojado para no molestar a los usuarios. Los motivos del cierre son que no cuenta con todos los permisos necesarios, sin entrar en detalle, para preservar la privacidad de la empresa. Por su parte, la franquiciadora señaló que desconocían los motivos de la clausura y aseguró que el gimnasio ya estaba cerrado porque se encuentra en obras. Además, manifestó que espera que el lunes el ayuntamiento le informe de las razones del precito. En cuanto a la situación de los socios, la franquiciadora aseguró que a todos aquellos que lo han solicitado se les ha devuelto el dinerio y los que han optado por quedarse, se benefician de condiciones especiales.