La Policía Local de Badajoz puso a lo largo del año pasado un total de 81 denuncias por incumplimiento de la Ley de Convivencia y Ocio, por consumir bebidas alcohólicas fuera de las zonas autorizadas para celebrar el botellón . Todas estas sanciones se han tramitado y dan lugar a multas de 300 euros.

Esta cifra supone un ligero aumento en el número de denuncias, ya que en el primer año de aplicación de la ley (que entró en vigor hace dos años, en marzo del 2003), se pusieron 65 denuncias, de las cuales 30 correspondían a una única intervención policial durante un macrobotellón en la barriada de Llera.

Los agentes municipales no se han relajado en la vigilancia de los botellones y todos los fines de semana realizan controles, que se seguirán haciendo. Fuentes policiales comentan que 81 actuaciones son un dato importante, teniendo en cuenta que todas estas denuncias se ponen sólo los viernes y los sábados.

Por botellones no autorizados se han puesto muchas denuncias en el Salto del Caballo, cuando hubo jóvenes que empezaron a ocupar este lugar de nuevo. Se realizó una campaña específica para impedirlo y se consiguió erradicar otra vez. También han actuado en el entorno de la discoteca situada en República Dominicana, donde también hubo una época en que por las tardes se juntaban hasta cientos de jóvenes.

POR ORINAR Pero no sólo el que bebe en la calle en lugares no permitidos es objeto de sanción, sino también los que orinan en sitios públicos y son pescados por los agentes de la autoridad. La policía local puso el año pasado 31 denuncias por orinar en la calle y la sanción en estos casos es de 90 euros. También pusieron 4 denuncias por llevar la música demasiado alta en un vehículo y 5 a tiendas por vender alcohol fuera del horario establecido.

VANDALISMO Los jóvenes también han sido protagonistas de otras malas actuaciones. En cuestión de grafitis y daños al mobiliario urbano durante el año pasado la policía local intervino en 23 ocasiones y otras 6 cuando cometían daños en vehículos. En todos estos 29 casos se identificó y detuvo a los autores. De todos los detenidos por vandalismo, 20 eran menores, hasta 18 años. Generalmente son denunciados por daños y en función de la cuantía se convierte en delito.

De todos los actos vandálicos que se comenten en la ciudad el porcentaje de detenidos es mínimo, por la dificultad que entraña que la policía los coja in fraganti , a no ser que se produzca una denuncia ciudadana en el momento en que está ocurriendo la gamberrada.

En la policía local consideran que estas actuaciones son muy gratificantes, porque es muy complicado detener a alguien que está actuando en la calle y que no debe percatarse de la presencia de un coche de policía totalmente identificado y por agentes uniformados. El factor sorpresa es fundamental.

Precisamente ahora con la llegada del buen tiempo, la policía local pone en marcha la campaña de controles de parques y jardines, donde los agentes se dedican básicamente a vigilar los ciclomotores y patines y de paso se puede localizar a gamberros que se dedican a hacer grafitis y deteriorando los juegos infantiles. Las primeras campañas en el 97 se saldaron al año con más de 300 intervenciones, que se han ido reduciendo hasta estabilizarse los últimos años, porque están dando sus frutos.