La proliferación de personas que ejercen la mendicidad en la calle, unos pidiendo limosnas a las puertas de supermercados o iglesias y otros en los cruces de semáforos a cambio de limpiar los cristales del coche, ha hecho reaccionar a la Policía Nacional. Tras las repetidas quejas ciudadanas, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación ha iniciado un dispositivo de control que ha dado como resultado la detención de siete de ellos, todos rumanos, por estancia irregular, unos, y por utilizar a menores, otros.

La intención del cuerpo policial es intensificar estos controles en Navidad, una época en la que la gente sale mucho a la calle y empiezan a llegar personas de otros lugares a pedir limosnas en las zonas comerciales, según ha explicado el jefe de la brigada, José Manuel Merino.

Los siete detenidos han resultado de dos operaciones distintas, ambas realizadas en las entradas a la ciudad en las carreteras de Sevilla y de Madrid. En la primera actuación fueron detenidos tres jóvenes rumanos por estancia irregular y se les ha instruido el correspondiente expediente de expulsión, que tarda en resolverse un mes.

En la otra operación se han visto implicadas cuatro personas, dos de ellas menores, y se ha detenido a los adultos por ejercer la mendicidad utilizando a los menores. Los mayores de edad han pasado a disposición judicial del Juzgado de Instrucción número 2 de Badajoz y los menores se han entregado al padre de uno de ellos.

Estas cuatro personas fueron identificadas cuando limpieaban los cristales de los coches que paraban en los semáforos del cruce de la carretera de Madrid con la de Corte de Pelea, ocasionando retenciones y provocando las quejas de los conductores. Al ser identificados, los agentes comprobaron que dos de ellos eran menores, de 15 y 16 años, y ejercían la mendicidad junto a otros dos, Aurel B., de 18 años y Rupi D., de 21 años. Los menores son primos y uno de ellos es hermano de uno de los adultos detenidos. Según la policía, estaban ejerciendo la mendicidad sin conocimiento de sus padres, que residen en Almendralejo.

Los agentes entregaron a los menores al padre de uno de ellos, Costel M. Se da la circunsstancia que uno de los detenidos, el de 18 años, y uno de los menores ya se vieron implicados en hechos similares en diciembre pasado, cuando se procedió a la detención de su padre por ejercer la mendicidad utilizando a los dos hijos menores de edad.

La policía no cree que los detenidos formen parte de ninguna red organizada, sino que son miembros de dos familias rumanas que ejercen la mendicidad en Badajoz. En el momento en que se resuelvan los expedientes de expulsión o se cumplan los 90 días de autorización para estar en el país, se marcharán. Como no tienen domicilio fijo "vagabundean" de ciudad en ciudad, cuenta Merino.

CODIGO PENAL José Manuel Merino asegura que estos controles se realizan en la ciudad periódicamente. En este último control, los mendigos localizados pidiendo limosnas en centros comerciales están legalizados. La misión de la Policía Nacional no es atajar la mendicidad en sí misma sino conocer si los extranjeros están legalmente en la país, pues sólo se les puede detener si la estancia es irregular o si utilizan a menores, situación tipificada en el Código Penal.

Pero en Badajoz la mendicidad sí está prohibida expresamente por la Ordenanza Municipal de Policía Urbana, concretamente el artículo 7 prohíbe pedir limosna, en la calle y en domicilios particulares y califica su incumplimiento como infracción grave, que conlleva una sanción de 60 euros. Sin embargo, fuentes consultadas señalan que carece de sentido querer controlar este problema poniendo multas, porque si alguien está pidiendo es porque no tiene dinero, y tampoco cabe la vía ejecutiva para intentar cobrarlo embargando sus bienes. Por eso la ordenanza no puede cumplirse. Lo que sí hace la Policía Local de Badajoz es identificar a los mendigos y ponerse en contacto con los servicios sociales.