El concejal Ramírez del Molino afirmó que no se investigará la supuesta amenaza telefónica contra un ciudadano, que éste identificó con la voz de un agente local con el que discutió al denunciar las molestias de una obra. El edil admitió que en la llamada el policía calificó la queja de "chuminada", y añadió que en la transcripción de la conversación, grabada, el sacerdote llama "imbécil" al guardia.

El agente, dijo el concejal, negó haber amenazado por teléfono a nadie y su jefe y el concejal lo dan por bueno, por lo que sólo se le amonestará "por el léxico". Del Molino lamentó el incidente y dijo que el denunciante es conocido por éste y otros agentes por su continuas quejas.

José Guerra, el denunciante, manifestó su sorpresa por que se graben las llamadas sin conocimiento de los usuarios, lo que calificó de inconstitucional.