El cadáver maniatado hallado el pasado jueves dentro de un pozo seco, situado en el interior de un corralón abandonado en la carretera de Campomayor, es el de Joaquín García Santarín, de 35 años, el vecino de la Uva que se encontraba desaparecido desde principios de abril del pasado año, confirmó a este diario su madre, Isabel Santarín.

La policía ha detenido a varias personas relacionadas con la muerte de este hombre, que, al parecer, "son de su entorno y vecinos del barrio", según dijo la mujer que le había comunicado la policía, aunque aseguró no conocer a los detenidos. "Si me ponen a alguno delante podría sonarme, pero de momento no sé quienes son", señaló.

La noticia del hallazgo del cuerpo fue comunicada a la familia el mismo jueves, sin embargo Isabel afirmó que desde la desaparición de su hijo "sospechaba que le habían matado, porque nunca dio señales", aunque reconoció que no imaginaba que después de casi un año de búsqueda "iba a estar tan cerca".

EL HALLAZGO El cadáver de Joaquín apareció apenas a tres kilómetros de su domicilio de La Uva en un lugar muy próximo a la carretera de Campomayor, unos 300 metros después del puente que cruza la autovía Madrid-Lisboa en dirección a Portugal. Se encontraba a unos diez o quince metros de profundidad, estaba maniatado y tras ser arrojado al pozo habían vertido sobre él cal viva, lo que dificultó su localización.

Su madre, que dio en todo momento muestras de entereza y resignación, recordó que Joaquín hubiera cumplido 36 años el pasado 15 de diciembre, se dedicaba a la construcción "y era toxicómano". La familia perdió a otro hijo como consecuencia de las drogas. Isabel manifestó desconocer la forma en que se había producido la muerte de su hijo ni porqué acabó atado y enterrado en cal viva en el interior de un pozo, hechos que está investigando la policía.

La familia se encuentra a la espera de que la autoridad judicial les entregue los restos de su hijo, que están en el Infanta Cristina, para darles sepultura. Se enterrará en Badajoz. "Nos han dicho que tendrían el cadáver entre una semana y quince días para analizarlo", señaló.

Sus vecinos más próximos, en La Uva, conocieron la noticia del hallazgo del cuerpo por los medios de comunicación y en cuanto supieron que se trataba de Joaquín dieron el pésame a la familia. "Hemos ido otra vecina y yo a estar un ratito con ella, aunque no hemos querido hablar mucho del tema para no molestarla", comentó una vecina.

La familia de Joaquín denunció su desaparición al Cuerpo Nacional de Policía, que ha realizado numerosas gestiones para localizar al joven. "Enviamos una foto que mandaron a Madrid para ver si lo encontraban", recordó su madre.