El recluso F. T. C., que se encuentra en la prisión de Badajoz --procedente de otra de Salamanca-- para asistir a un acto judicial, se recupera de las heridas sufridas tras la autolesión que se produjo hacia las cinco de la madrugada del pasado 11 de febrero en su celda, confirmó el director del centro, Carmelo Charfolé.

El interno se cortó las venas de una muñeca, "para llamar la atención", según indicaron después los psicólogos del centro, pero al parecer se asustó o el corte fue mayor de lo previsto y tanto él como su compañero de celda comenzaron a gritar y a llamar a los funcionarios, que enseguida lo trasladaron a la enfermería. Allí mismo, el médico y el ATS le practicaron una primera cura. A pesar de ello y dado que sangraba de forma abundante, para evitar posibles complicaciones de salud se llamó al 112, que mandó una ambulancia para trasladar al preso al Hospital del Perpetuo Socorro.

Una vez en este centro, se le trató adecuadamente y hacia las 9.30 del mismo día volvió a la prisión. El juicio al que debía asistir se celebró tres días después y en la actualidad el interno está a la espera de ser devuelto a su centro de origen.

Carmelo Charfolé explicó que la autolesión de este interno "no tiene como fin quitarse la vida, pues después fue evaluado por el servicio psiquiátrico, que en su diagnóstico no encontró una actitud autolítica --intención de suicidio--; más parece que es un recluso que quería lamar la atención", por lo que no se le aplicó al interno un programa de prevención de suicidio.