La rehabilitación del antiguo Bárbara de Braganza estará terminada este año y en breves fechas se iniciarán los estudios de amueblamiento para que esté listo en el primer trimestre del 2008, según manifestaron los jefes de Servicios de Obras, Cecilia del Pozo; de Fomento, Manoli Rojas; y contratación, José Rabazo, durante una visita al edificio el pasado miércoles.

La obra se inició en agosto del 2005, con un presupuesto de unos 6 millones de euros, y el objetivo es rehabilitar el antiguo instituto, que originariamente fue el convento de Santa Catalina, del siglo XVI, aunque las reformas existentes datan del XIX y la fachada del XX.

El edificio tendrá alrededor de 7.000 metros útiles cuando esté terminado, toda vez que se ha hecho una planta sobre lo que fue el antiguo gimnasio, y albergará el Consejo Consultivo en las dos primeras plantas, que será el último en ocuparlo, mientras que el resto del inmueble los ocuparán los servicios provinciales de personal, cultura y fomento.

La obra ha sufrido retrasos debido al importante número de hallazgos que se han producido conforme se iba realizando, toda una serie de elementos constructivo que el arquitecto Manuel Casado ha ido incorporando al nuevo edificio como muestra y testimonio de lo que fue.

Así se han recuperado bóvedas de fábrica de ladrillo que estaban cubiertas, arcadas en patios interiores, el trasretablo de la capilla, rosetones, techumbres, azulejos, o fragmentos de muros. Pero también elementos funcionariales como el viejo reloj de 1862 construido por un relojero de la ciudad, y sus campanas, que volverá a funcionar; o una chimenea en la primera planta en la zona que albergará cultura; o parejas de columnas de fundición en un espacio diáfano que ocupara recursos humanos; y decorativos, como molduras en forma de columnas.

Todos estos elementos se han convertidos en auténticos detalles de gran valor y se compaginan con una estudiada distribución de la luz natural en grandes espacios interiores.

De los elementos más significativos del edificio destacan la recuperación del paraninfo del antiguo instituto, la escalinata, la capilla y el antiguo gimnasio y los patios interiores, con arcadas o como claustro.