Acabamos de conocer el sobreseimiento de la denuncia por presunta agresión sexual a una niña de tres años, alumna del colegio Los Glacis, una denuncia que llevó a la Inspección de Educación a suspender de forma cautelar a un profesor mientras se investigaba administrativa y judicialmente el caso. Aún hay que esperar a ver si el auto es recurrido. En todo caso, hay un primer sobreseimiento exculpando al profesor u otras personas que se hayan investigado, si es que ha sido así, pues la instrucción ha sido secreta y se desconoce aún la conclusión y si se investigó a otras personas. El daño causado es grave: a la niña si hubo agresión; a sus padres si no saben qué le ocurrió a su hija; y al profesor, que ha vivido una historia kafkiana. Ciertamente, es un caso extraño. Sin embargo, parece que la Administración optó por una medida que habrá que ver si fue ajustada o no, pero tenía que velar por la menor, en primer lugar, y también por el profesor; la justicia ha hecho su trabajo y queda por saber si la familia de la menor ha encontrado respuesta a su demanda. Ahora es posible que haya voces en distintas direcciones y habrá que escuchar lo que dicen, con respeto.