La primera fase de la iglesia de Santiago Apóstol se empezará a construir en breve en el solar de 2.500 metros cuadrados que el ayuntamiento cedió al arzobispado detrás del nuevo centro de salud de Valdepasillas, en pleno Cerro del Viento.

La idea del arzobispado y del párroco, Rafael Navarrete, es iniciar ahora los trámites para hacer la obra y conseguir el préstamo con el fin de que en el verano pueda estar terminado el edificio. "Será un local pequeño para empezar a funcionar que luego en el futuro se convertirá en el salón de actos o en una capilla de la iglesia, que se hará en varias fases", según el párroco.

Esta decisión se ha adoptado después de desechar el ofrecimiento de un particular que cedía a la parroquia un local gratuito para las misas en esa misma zona. Pero era por un tiempo de dos años, un periodo "corto" para la inversión que había que hacer para acondicionarlo como templo, "y que después había que abandonar".

Entonces hubo un cambio de planes y se decidió construir la primera fase de la iglesia y dejar el local que actualmente tiene la parroquia alquilado en Llera, "donde hay poca actividad, sólo las catequesis y la misa dominical, porque la gente prefiere hacer las bodas y las comuniones en otros templos y tampoco es suficiente para los entierros porque no se cabe".

EN MAYO Rafael Navarrete ha previsto dejar Llera una vez terminen las primeras comuniones el próximo 23 de mayo "y celebrar mientras tanto las misas en la iglesia del Perpetuo Socorro", hasta que acabe la obra, que según dijo durará entre tres y cuatro meses. "La idea es empezar las catequesis del próximo curso en la nueva iglesia".

PARROCO SIN PARROQUIA El Cerro del Viento es, según declaró, un lugar "más céntrico" para esta parroquia, que atiende a una población de más de 5.100 personas que viven en la zona comprendida entre Juan Pereda Pila y Llera. Además, el lugar donde se encuentra el solar "es una zona nueva con gente joven".

De igual forma se ha hecho en las parroquias de Santa Eulalia, en Las Vaguadas, y San Juan de Dios, en las Moreras, que construyeron una primera fase de la iglesia, y con el tiempo se irán ampliando.

Rafael Navarrete, que llegó destinado de San Vicente de Alcántara, reconoce que es un párroco sin parroquia, "pero sin parroquia física, porque la gente está ahí". Y desde que llegó a Santiago Apóstol tiene ganas, según manifestó, "de pisar el barrio y de que la gente me conozca", señaló.